En México , 257,146 niñas, niños y adolecentes ( 1.08% de la población de entre 7 y 17 años ) no tienen acceso a televisión ,( 4.47% ) a radio,( 54.72%) ni a internet ( 24.84%) por lo que no pueden estudiar a distancia. Al menos una tercera parte de los niños en edad escolar de todo el mundo ( un total de 463 millones ) no tuvo acceso a la educación a distancia cuando el covid-19 obligó a cerrar sus escuelas, según un nuevo informe de UNICEF.
La gran cantidad de niños que debieron interrumpir por completo sus estudios durante la pandemia, representa una emergencia mundial en materia de educación, las repercusiones sobre las economías y las sociedades pueden durar décadas. En el caso de México, los estados de Chiapas (11.09% ) ,Tabasco ( 24.76%) , Hidalgo ( 27.23%) y Oaxaca ( 27.56%) son los que representan los menores porcentajes de conectividad a internet de niñas, niños y adolescentes.
La educación es pieza clave en nuestra formación, nos da herramientas para abrirnos camino en la vida y poder tomar las mejores decisiones, así nuestras oportunidades serán más diversas.
La educación en las zonas rurales es una labor muy esencial pues da oportunidad a muchos niños, de tener un desarrollo más amplio a pesar de pertenecer a una población marginada. La dinámica para alumnos y maestros no es nada fácil, sus recursos son limitados para tomar las clases y dar clases, usan muchas veces espacios no aptos para tomar clases y los materiales en muchos casos son insuficientes para transmitir el conocimiento y poder desarrollar a los alumnos.
El maestro encargado de estas zonas tiene retos importantes y adicionales a los de cualquier colega, su vocación se ve reflejada en la voluntad que tiene para dedicar esfuerzos extras en ayudar a sus alumnos con las herramientas cuales sean, muchas veces poniendo de su bolsillo y de su tiempo, aún así con todo esto no ha sido suficiente para que a estos maestros se les apoye permanentemente.
Ahora con la pandemia que se vive a nivel mundial, el trabajo de los maestros se ve obstaculizado por el covid-19, sus situaciones actuales se agravan de manera exponencial al cambiar la mecánica de enseñanza.
En las comunidades, la educación básica se esta viendo afectada, ya que la mayoría de ellos no tienen acceso a internet y los que lo llegan a tener tienen una señal de baja calidad debido a su localización. Este punto es crítico para las escuelas rurales, para ellos les fue imposible seguir con las clases en línea en esta contingencia sanitaria.
Sin embargo en muchos casos, los maestros encontraron una forma de seguir trabajando, dando asesorías presenciales e individuales para cada alumno una vez a la semana en un tiempo de media hora promedio. En las asesorías se evalúan sus avances y se les asigna nuevo material de trabajo para toda la semana.
Las circunstancias también nos permiten valorar el trabajo de los docentes rurales, que hacen este doble esfuerzo para que los alumnos sigan avanzando y es crucial que las propias instituciones educativas, las universidades, escuelas normales y demás entes relacionados con la educación rural, realicen un sub ejercicio para conocer y reconocer las diversas estrategias que están desarrollando los actores educativos en estos momentos.
Reconoce Google a científicos del IPN con Premio de Investigación para América Latina 2020
Al realizar esto les permitirá dar a conocer tales acciones y estrategias a otros maestros, para quienes podría ser de gran utilidad en sus contextos y espacios de trabajo y vida.
Otro tema que aqueja a la educación rural es que muchos niños tienen problemas con las tareas que llevan a casa, al tener dudas que no pueden consultar con el maestro de manera presencial y esto hace que se estanque su aprendizaje.
En el caso de los padres muchas veces no pueden ayudarlos, la mayoría de los padres cuentan con poca o nula preparación académica.
Los profesores rurales, han notado un retroceso en el aprendizaje con la llamada “nueva normalidad”.
La realidad de muchos alumnos de secundaria en comunidades rurales que desarrollan sus estudios por medio del sistema de Telesecundaria, su educación se limita a nutrirse del material que manda el gobierno del estado, con muy poco apoyo de libros y hoy con la pandemia, la posibilidad de clases desde casa por internet es imposible por las limitantes económicas para tener equipo de computo o señal de internet. Cuando egresen si deciden seguir con su formación, forzosamente deberán salir de su comunidad y vendrá un nuevo reto.
Este progreso académico implica pagar una renta, pagar comida , servicios, traslados, etc. Y es aquí donde se convierte en una gran limitante para muchas familias que no tienen los recursos para costear los estudios de sus hijos fuera de la comunidad. Estos alumnos están expuestos a continuar en un sistema que no les permite seguir avanzando y ahora con la pandemia este escenario se ve aún más complicado.
Un claro ejemplo de la educación rural en México, es la cinta de “El sembrador” donde habla el maestro Bartolomé, un maestro de escuela multigrado que se encuentra en las montañas de Chiapas – México.
Bartolomé sabe bien que la pedagogía no solo se basa en libros de texto, que el aprendizaje va mas allá de las cuatro paredes del salón de clases.
”El sembrador” es una película que fue ganadora en tres categorías del Festival Internacional de Cine de Morelia y que también formó parte de la séptima edición de DOQUMENTA. Hablada en español y tseltal, esta cinta forma parte de la Muestra de Cine en Leguas Indígenas.