Una de las parejas que hasta hace poco lucían como sólidas y ejemplo a seguir en el mundo de la farándula, se dieron un tiempo y por ahora decidieron separarse, nos referimos al actor que le da vida a Aquaman en el universo DC, Jason Momoa y su ahora expareja Lisa Bonet.
La historia de amor entre ambos se remonta hasta su niñez, siempre fueron muy cercanos e incluso esperaron pacientemente a darse una oportunidad luego de que Bonet se unió con el roquero Lenny Kravitz, con el que tuvo una hija, la actual Catwoman, Zoë Kravitz.
Sin embargo, como diría José José, el amor acaba, y efectivamente la pareja anunció esta semana que luego de varios años siendo marido y mujer, se separarían de común acuerdo luego de 16 años.
Un golpe duro para ambos, sobre todo porque tanto Momoa como Bonet mantuvieron una relación muy liberal, divertida y llena de complicidades, cosa que lejos de separarlos los unió, hasta ahora que ya no hubo posibilidad de recuperar lo perdido.
Una de las cosas que más llamaba la atención de la pareja, era la forma tan liberal con la que se relacionaban con la expareja de Bonet, Lenny Kravitz y con su hija, Zoë, los tres hicieron una muy buena mancuerna con Momoa, al grado de que se felicitaban en sus cumpleaños o compartían momentos que quizá no eran muy habituales en las parejas.
¿Cómo cuáles? Lisa solía salir de vez en cuando con el papá de su hija sin Jason y lejos de encontrar reproches o malas vibras, Momoa siempre se mostró tolerante con esa situación, no por nada en redes sociales podemos encontrar fotografías de ellos como amigos.
Con Zoë, Momoa comparte un tatuaje con la frase “mantente siempre ebrio”, en el mismo brazo y a la misma altura, además de que ambos se respetan y comparten imágenes cuando tienen la oportunidad de convivir.
