A partir de las primeras horas de hoy se observó un eclipse de Luna que desde hace tiempo no se había presentado como una superluna roja, cuyos tonos cobrizos o rojizos se apreciaron en punto de las 4:30 de la madrugada y su punto climático duró 15 minutos. El fenómeno astronómico se transmitió desde las instalaciones del Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir (OAN-SPM), Baja California, de la UNAM.
La comunidad científica mundial y el público en general pudieron seguir el acontecimiento a través de las redes sociales del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) también de la Universidad Nacional. René Ortega Minakata, técnico académico de esta entidad, junto con Miguel León y Rafael Hernández, guiaron desde Morelia, Michoacán, la observación virtual en vivo con telescopios.
La divulgadora científica Julieta Fierro Gossman explicó que se le llama “Luna de Sangre” porque la historia tiene que ver con el rey Herodes, quien era un político romano de Israel en la época de Cristo. Estaba casado con Herodías, una mujer que tenía una hija de otro matrimonio llamada Salomé, quien era “muy seductora y de una belleza inaudita”.
Herodes se enamoró de ella y le rogó que le bailara la “Danza de los siete velos”, ella se negó. El rey le ofreció a cambio sus cisnes blancos, joyas e incluso la mitad de su reino, pero ella seguía negándose.
Le dijo: “te ofrezco lo que quieras”. Finalmente, accedió y le pidió la cabeza de Juan Bautista, de quien Salomé estaba enamorada. El rey le ofreció muchas otras cosas, ella no aceptó. Al final, mandó a cortar la cabeza de Juan Bautista y la pusieron en una charola de plata para llevársela a Salomé.
Justo ese día hubo un eclipse total de luna, que particularmente se puso roja. Desde entonces los eclipses lunares se conocen como “Luna de Sangre”, concluyó la investigadora del Instituto de Astronomía.
Los expertos del IRyA, del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM y del Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir compartieron a distancia sus experiencias y conocimiento sobre el fenómeno astronómico hasta que el Sol hizo su aparición en el horizonte.
Ortega Minakata explicó que “un eclipse de Luna es cuando ésta se interpone en la sombra de la Tierra, por lo que se oscurece nuestro satélite; en esta ocasión se aprecia primero cómo disminuye su brillo y luego se oscurece poco a poco hasta llegar a la fase total, en la que la Luna se observa con tonos cobrizos o rojizos. Por ello, popularmente se le conoce como ‘Luna roja’ y con un poco más de sensacionalismo, ‘Luna de Sangre’”.
En colaboración con la Sociedad Astronómica de Michoacán (SAMAC) y mostrando las transmisiones realizadas desde el Planetario de Torreón y otros sitios del mundo, los expertos concluyeron su exposición una vez que la luz del Sol impidió la observación del satélite.