En una entrevista con Teté Espinoza, hablamos acerca de la reconocida obra Wenses y Lala, el teatro por streaming, y el el cariño eterno sobre los escenario.
¿Existe el amor de por vida? ¿Realmente es posible el “hasta que la muerte los separe”? ¿Pueden dos personas fundamentalmente distintas quererse hasta el fin de sus días? Esta es la pregunta que Wenses y Lala, la obra escrita y protagonizada por Adrian Vázquez, busca contestar a través de 90 minutos de comedia y romance sobre el escenario.
La obra ganadora del Premio Metro a Mejor Obra en 2018, cuenta la historia de dos chiquillos huérfanos que, tras conocerse desde una temprana edad, se prometen amor sin fin a pesar de lo diferentes que son como personas.
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En las funciones de esta historia que se ha presentado al público más de 300 veces, Teté Espinoza acompaña a Vázquez, que interpreta a Wenses, dándole vida a Lala, su compañera eterna. Como todos los artistas e intérpretes, los dos actores se han tenido que adaptar a las condiciones impuestas por la pandemia del Covid-19, que ha convertido a los espectáculos con público presencial en una cosa del pasada cercano, por lo menos hasta que la campaña de vacunación empiece a hacer efecto, por lo que la galardonada obra se está presentando a través del internet, para dar un romántico espectáculo por streaming.
En una entrevista con Certeza, Teté Espinoza habló sobre esta obra, sobre cómo ha sido practicar el teatro de manera virtual, y sobre cómo un papel como el de Lala puede cambiar su vida fuera de los escenarios.
-Háblame, en tus propias palabras, sobre Wenses y Lala
“Es la historia de dos personajes muy entrañables que sabemos que viven en el norte de México, y por azares del destino, por la situación polìtics que vivimos en nuestro país, pues se quedan huérfanos y se acompañan durante toda la vida. Ellos primero se acompañan durante toda la vida, pero después lo deciden; es una decisión que toman de estar juntos por siempre, de acompañarse en las buenas y en las malas. Ellos nos cuentan cómo ha sido ese tránsito durante todo ese camino, en el que nos vamos dando cuenta de que han tenido muchísimos encuentros maravillosos, muchísimos desencuentros nada agradables; manchados por la tragedia, manchados por las tristezas, pero también por muchisimas muy buenas sorpresas en la vida; ellos deciden estar juntos pero nos damos cuenta que en realidad de lo que habla toda la obra es de esas pequeñas cosas que se vuelven esenciales en la vida. Podríamos decir que en realidad no hay nada extraordinario si te lo cuento así, pero creo que la magia de lo que tiene Wenses y Lala es como se cuenta todo esto, y la magia finalmente está en redescubrir estas pequeñas cosas que son esenciales y son maravillosas, que es lo más importante que tenemos en la vida, pero que en realidad ya nos las vemos por el hecho de únicamente estar viviendo día con día, no nos damos cuenta.
Wenses y Lala nos cuenta de sus primeras veces, y además nos damos cuenta de que se la pasan increíble porque antes que nada es una comedia maravillosa, en donde claro que también hay momentos en donde nos valoramos y nos conmovemos con lo que les pasa, pero ellos no se asumen como víctimas y dan gracias por todo lo que les pasó. Nos damos cuenta de que ellos se llevan maravillosamente, de que son una pareja que se molestan, que se enojan, que se dicen cosas, pero es muy entrañable verlos pelear”.
-Una de las cosas que llama la atención de inmediato sobre la obra, son los nombres tan peculiares de los protagonistas. ¿Tú sabes cómo es que surgieron?
“(Adrián y yo)Hemos platicado obviamente de muchas cosas, y los nombres como dices — ahora yo ya los asumí que así son– pero que en algún momento yo también le hice la pregunta a Adrián. Resulta que Adrián siempre ha jugado con sus hijas con este personaje, y hablándoles así desde muy chiquitas, y para él es “El Wenses”, entonces en ese momento encontrṕo una manera de meterlo en una de sus obras. Y Lala es una amiga que tuvo en su infancia que tenía muchas características similares a las que tenía Lala en su niñez: es una mujer que desde chica ya se le veía su temperamento super abierto, sociable, que se peleaba con los niños con tal de defender a sus amigos y hermanos, es una de esas niñas como muy entrona. Cuando él decide ponerle estos tintes al personaje, pues le recordó mucho a su amiga que se llamaba Lala, entonces por ahí viene la historia. Wenses es de Wenseslao”.
-A lo largo de su historia, los dos protagonistas pasan por altibajos de todo tipo. ¿Cómo crees tú que hubieran reaccionado ante la pandemia del Covid-19?
“Hijole. Pues yo creo que como buenas personas que crecen fuera de la ciudad, que son de un pueblito, quizá hasta lo resienten menos porque no andan todo el tiempo en la calle como alguien que anda en la ciudad y está acostumbrado a que su trabajo es estar subiéndose a los camiones, a los taxis, al metro. Ellos quizá no hubieran tenido este problema, porque a lo mejor sus tránsitos son caminar siempre, yo así me los imagino, que ellos siempre caminan y que cuando son traslados largos a lo mejor sí toman algún transporte. Obviamente hubieran estado impresionados por todo lo que estaba pasando, pero supongo que como muy optimistas en ver las cosas que están detrás de todo esto, que cuesta de pronto mucho trabajo ver luz, ver una esperanza, y cada vez más. Primero eran dos meses, y luego cinco, y luego seis, y luego ya el año. Yo creo que ellos hubieran tenido como todo el tiempo en la mira como que hay un final, y que hay una luz detrás de este puente nebuloso a la que todos vamos a llegar. Supongo que como al principio impactados, pero posteriormente dando fuerza a todos”.
-En las relaciones reales, fuera de los escenarios, es usual que haya problemas y rupturas porque las parejas caen en una rutina y pierden cierta chispa. ¿Es complicado evitar perder esta misma chispa a la hora de hacer la obra?
“Yo creo que es fácil perderla, pero que con nosotros no. No porque tanto Adrian como yo somos exigentes en eso. Para empezar es una obra que a los dos nos fascina; bueno Adrián la escribió, ¿qué te puedo decir en cuanto a eso?, viene directamente del sentimiento de Adrian; pero que para mí ya después de todos estos años, y de tantas veces que la hemos pasado pues es mi obra, es nuestro trabajo, es trabajo de los dos. Considero que gran parte de que haga que no suceda que se pierda esa chispa es justamente que nos sigue encantando, y soñamos con seguirla presentando por el resto de nuestra vida, hasta que uno de los dos falte. Entonces àra tener esta sensación y este deseo necesitamos todavía ganas de seguir haciéndola, cuando ya no tengamos ganas de seguir haciéndola supongo que se irá apagando esta chispa. Pero como los dos todavía creemos en esta historia y tenemos las ganas inmensas de seguirla haciendo, esa chispa nunca va a acabar. Yo considero que es justamente, y bien planteada la metáfora que tu pones con las parejas, cuando ya no tienes ganas de seguir con tu pareja es porque la chispa ya se apagó, o bien si la quieres reavivar tienes que trabajar para ello. No te puedo mentir, después de que se presenta muchas veces, corremos ese riesgo de automatizarla, pero para eso trabajamos en la actuación: para justamente no caer en ese automático de estar repitiendo, sino que cada vez que nos subamos al escenario sea, y de hecho lo es, una única e irrepetible vez.
No va a ser como la función anterior, ni va a ser como la función que viene, es única e irrepetible, creo que eso tiene de ventaja muy grande el teatro a comparación del cine. A mi me encanta actuar en el cine, y tiene lo suyo, pero en el cine hago varias tomas para que quede una, y la gente que lo va a ver verá ese mismo resultado una y otra vez, en el teatro no. En el teatro me paro, y no hay una máquina con la cual me pueda regresar y volverlo a hacer, ahí lo hago una sola vez. Nuestra intención es siempre que esa chispa esté viva y con todo el furor que debe tener”.
-Después de tanto tiempo interpretando a Lala, ¿Crees que una parte de su personaje es ahora parte de tu propia vida?
“Yo creo que todos los personajes, no solo Lala, que a mi me ha tocado interpretar tienen algo mío. Porque la materia prima del actor es su propia vida, es como experimenta la vida, como se apasiona, como habita, esas van a ser sus herramientas. Si me toca ser una asesina: yo nunca he sido una asesina, pero puedo ponerme en los zapatos de una asesina. Con mucho trabajo, con mucha investigación, con mucha reflexión puedo ponerme en esos zapatos, intentar estar ahí. Pienso, si yo me volviera una asesina, ¿por qué sería? Quizá porque le hicieron algo terrible a mi hijo. Entonces me pongo en esos zapatos, lo justifico, y me siento y me pongo en el momento. Veo a una Teté con una posibilidad de estar ahí. Entonces sí Lala es una parte de mi vida, yo soy una parte de la vida de Lala seguramente, pero no es que no la pueda interpretar nadie más. Mariana Cabrera, Sofía Sylwin, y Pamela Cruz han sido Lalas y lo han hecho increíble, y también supongo que se ha quedado en su corazón”.
-En su esencia más básica, Wenses y Lala es una historia de amor eterno. ¿Estar en esta obra te ha hecho una mayor creyente en la posibilidad de un amor para toda la vida?
“Yo creo que yo siempre fui muy positiva en ese aspecto. Sí soñaba, aunque no lo decía ni lo tenía tan consciente, pero siempre he creído en un amor para toda la vida. He creído en el amor, así de simple. He tenido mis etapas, de cuando estaba estudiando y creía menos, pero siempre he creído en el amor. En este momento de mi vida, sí, yo creo que a partir de que he hecho a Lala también me ha enseñado que claro que sí se puede vivir apasionadamente de una persona, y claro que se puede trabajar así como lo hicieron juntos. Quizás sí me dio una percepción mucho más certera de como quiero aplicarlo en mi vida”.
-¿Cómo ha sido tener que adaptarte al teatro por streaming?
“Pues por una parte difícil, y por otra parte con muchas ventajas. Por una parte difícil porque obviamente, como yo creo que todos los teatreros, extrañamos al público. Jamás se va a comparar una puesta en escena en vivo cuando estás compartiendo la energía entre público y actor, sientes perfectamente al público y el público te siente. Eso para mí es irremplazable. Sin embargo, creo que también nos ha dado la oportunidad de abrirnos a nuevas formas de llegar al público y esto es un acto de resiliencia totalmente hermoso y poético, tanto para las personas que se dedican a las artes como para el público. Para el público que está acostumbrado a ver teatro y lo está extrañando, ahí lo vuelve a encontrar ese pedacito de libertad y de expresiones. Nos ha dado el beneficio de llegar a mucho maś público: hay mucha gente que por primera vez está viendo una obra de teatro vía pantalla, y eso es hermoso. Quizás después de esto vayan al teatro a vivirlo en vivo y eso va a ser padrísimo. También que mucha gente vea nuestro trabajo desde otros países. estamos abarcando mucho más público de lo que hemos abarcado en nuestras funciones presenciales. Nos ha ido increíble, y creo que en este momento es una muy buena oportunidad para abrirnos mucho más. Ya nada más estamos esperando para irnos de gira con Wenses y Lala, para que sí ya la vieron por pantalla ahora no se la pierdan de forma presencial”.
-Si pudieras darle un mensaje a los seguidores y no seguidores del teatro sobre porque deberían ver Wenses y Lala, ¿Cuál sería?
. “Si tuviera a toda la audiencia les diría que es una historia maravillosa, que no se van a arrepentir porque es la historia de todos, de ahí radica el éxito de Wenses y Lala. Habla del amor como humanidad, no habla del amor como un amor meloso, habla del amor real, del que duele, del que se siente. Por eso es que ha tenido tanto éxito, les recomiendo ampliamente que no se la pierdan. Además porque en esta transmisión desde el Teatro Milán se hizo un gran esfuerzo para tener las mejores condiciones virtuales, con pantallas full hd, con un equipo maravilloso que estuvo grabando cada detalle de nuestra puesta en escena y le van a llevar a sus hogares cada detalle. De verdad, se los garantizo”.
La última función de Wenses y Lala por streaming será el domingo 27 de diciembre a las 8 pm, horario de la CDMX, y los boletos virtuales ya pueden adquirirse a través de la página de eticket.com.