Durante 40 años Rubén Ángel Hernández Monterrubio, fue profesor del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Institución que como muchas otras de la administración pública, cuenta con un seguro de invalidez para sus empleados, sin embargo, desde hace varios años el ex profesor enfrenta una dura batalla que sin duda ha ido mermando su estado de salud así como sus emociones, actualmente el ex docente vive con su hija, Mónica, quien es la encargada de administrar los pocos recursos con los que cuentan, y que poco a poco se agotan, de ello nos habla en entrevista con este diario, comentando que no importo que llevara “40 años sirviendo a INBA y a SC”, pues lo “dejaron en la calle”.
El afectado comenta que en el año 2017 se retiró del INBA bajo el término RT09 “Baja Por invalidez” y así como muchas cosas en México el trámite es muy largo ya que lleva meses conseguir toda la documentación que el ISSSTE pide para realizar esta baja, tales como dictámenes médicos, entrevistas con sus Jefes Laborales, videos de la enfermedad, por mencionar algunos finalmente el ISSSTE le otorga su pensión y continúa con sus servicios médicos al día de hoy, pero el problema surge a partir del 31 de diciembre 2017 fecha de baja al 17 de mayo de 2018 fecha en que entrega la documentación en Banorte para solicitar el pago del Seguro Institucional De Vida Para Los Servidores Públicos De La Administración Pública Federal, lo cual jamás sucedió.
“Nunca recibí mi pago y en ese momento mi hija comenzó a buscar la solución de este problema, esto, en la subdelegación regional norte del ISSSTE a la cual pertenezco y donde hice todo mi trámite de pensión e invalidez a mi hija y a mí nos comentaron que al recibir mi Dictamen Médico de invalidez, que es un documento federal, el trabajador inmediatamente puede ir a cobrar el seguro de vida a la financiera, aun cuando su trámite de pensión no haya terminado. Su Dictamen médico funge como un cheque al portador para que el trabajador obtenga este beneficio inmediatamente y esto no sucedió, ya han pasado 5 años en la lucha de conseguir lo que por ley me correspondía, no tenemos abogado, ni recursos económicos ya que trabaje 40 años para el INBA y no recibió el beneficio que por ley me correspondía “dijo.
Actualmente Don Rubén padece Parkinson y Cáncer por lo que evidentemente necesita cuidados especiales y es su única hija quien se ha dedicado a él todos estos años imposibilitándose ella para obtener un empleo formal pues debido a que él frecuentemente asiste a citas médicas no se puede quedar solo ya que necesita estar acompañado y vigilado las 24 horas. Por si esto fuera poco la pandemia agravó muchísimo la situación del ex docente pues además de cubrir sus gastos médicos y de consumo diario también hace lo propio con la manutención de sus mascotas que por años ha cuidado y sacado de las calles junto con su hija.
Don Rubén declara que a finales del año pasado vendió todo lo que tenían para irse a vivir a un terreno que tiene en el Estado de México, tratando de invertir todo lo que tenía en arreglar la casita de adobe que ya existía en el terreno. “Confiamos en la gente que contratamos para arreglarla y solo sufrimos abusos y ahora estamos viviendo en una situación muy lamentable que nunca me imaginé, pasando días sin tener para comer porque estamos pagando un préstamo que pedimos al ISSSTE y a Santander para tratar de sobrevivir la pandemia y arreglar la casita.
Es muy triste que después de 40 años de trabajo esté pasando por estas situaciones cuando el error aquí está en las instituciones involucradas en todo este problema INBA, CULTURA y LA SECRETARÍA DE HACIENDA”, dijo.
Además en su calvario el profesor comento que ahora lleva un largo recorrido entre estas instituciones, INBA, CONDUSEF, DERECHOS HUMANOS, sin tener una respuesta o solución clara a tan lamentable conflicto. “Nunca creí pasar por una situación así ya que trabaje toda mi vida para tener una vejez tranquila y ahora mi hija y yo, con las mascotas que rescatamos de la calle hace un tiempo, vivimos en una casita que no tiene techo, ni instalación de luz ni drenajes, en un pueblo llamado Tepetlaoxtoc desde hace 6 meses pasando por asuntos muy fuertes ya que nos robaron las personas que nos iban a ayudar a arreglar la casa, y ahora ya no contamos con ningún recurso para seguir adelante. Incluso hemos estado a punto de buscar una fundación que asista a nuestros animalitos porque con todo y esto no dejamos de alimentarlos y amarlos, son nuestra familia”, dijo.
Asimismo el afectado menciona que con la ayuda de su hija, quien lamentablemente por causas distintas a enfermado, pero aun así, ha puesto todo su empeño para que el viva de una manera digna tras esta serie de sucesos inesperados y desagradables. Agrega que con fecha 16 de septiembre de 2017 causa baja en el Instituto Nacional de Bellas Artes por invalidez bajo dictamen médico del Instituto de seguridad y servicios sociales de los Trabajadores del Estado.
Hernández Monterrubio comenta que se puede notar como en el folder de trámites del ISSSTE todos los trámites están correctos, se le otorga su pensión y continúa con sus servicios médicos. El tema surge a partir del 31 de diciembre 2017 fecha de baja al 17 de mayo de 2018 fecha en que entrega la documentación en Banorte para solicitar el pago del seguro, “¿Que paso estos 5 meses?”, refiere.
“Me comentan en la subdelegación regional norte del ISSSTE a la cual pertenece Rubén y que es donde hizo todo su trámite de pensión e invalidez que El trabajador al recibir su Dictamen Médico de invalidez que es una hoja federal inmediatamente puede ir a cobrar el seguro de vida a la financiera, aun cuando su trámite de pensión no haya terminado. Su Dictamen médico funge como un cheque al portador para que el trabajador obtenga este beneficio inmediatamente. Me dijeron en la subdelegación que el expediente no lo localizaban y a la fecha de hoy ya no regrese a preguntar por el, ya que como le decía me dijeron que con el dictamen era más que suficiente para poder cobrar el seguro”, dijo.
Los días siguen transcurriendo y las cosas para Rubén siguen cuesta abajo, incluso se han visto en la necesidad de recurrir a pedir préstamos o incluso comida regalada ya que este suceso le cambio la vida y sobre todo la expectativa que tenia de su retiro, además manifiesta que ninguna de las instituciones mencionadas les han dado respuesta y mucho menos un status de algún avance. Mientras tanto han acudido a fundaciones como Donadora para poder tener los recursos para al menos costear los alimento de sus pequeños lanudos, de quienes se resisten a desprenderse, pues ellos consideran todos juntos son una gran manada.