La pandemia ha arrasado con 5 años de progreso en ámbito económico, reduciendo a 100 millones de trabajadores a la pobreza. Así lo denuncia un informe de la Organización Internacional del Trabajo, que pide a la comunidad internacional una estrategia coordinada y global.
Cien millones de hombres y mujeres abrumados por la crisis provocada por la pandemia. Este es el panorama de la Organización Mundial del Trabajo, que plantea un escenario sombrío; un rumbo que sólo podrá revertirse en el 2023. Cinco años de progreso económico tirados por la borda, y las mujeres son las más penalizadas. Según la ONU, su empleo ha descendido un 5%, mientras que para los hombres el porcentaje es del 3,9%. Las mujeres, pero también los jóvenes, para quienes el coronavirus ha supuesto una pérdida de trabajo equivalente al 8,7%.
Como señaló el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Guy Ryder, en un contexto de “recuperación incierta y frágil”, a pesar de los esfuerzos excepcionales realizados por los países, los aproximadamente 100 millones de empleos que se crearán en todo el mundo gracias a las reaperturas tras el cierre no serán suficientes. De hecho, sólo este año faltan 75 millones de empleos y otros 23 millones en 2022.
De ahí el llamamiento al trabajo digno, porque el gran riesgo es la pérdida de potencial humano y económico, pero sobre todo el aumento de la pobreza y las desigualdades. Lo que se pide es una estrategia coordinada y global, con políticas centradas en la persona y en acciones contundentes que se deben concertar para evitar un impacto a largo plazo en los trabajadores y las empresas.