Cada vez se invierte más dinero en inteligencia artificial (IA) para generar nuevas aplicaciones y productos. Sin embargo, los países que no inviertan en esta área estarán destinados a tener un retraso tecnológico significativo: Europa, Norteamérica y Asia dominan el mercado y apenas en estos años América Latina ha tomado en serio este tema.
Así lo afirmó el Dr. Pedro Ponce Cruz, Profesor investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México, en la conferencia virtual “Diseño de productos con inteligencia artificial”, en el marco del “Coloquio de Innovación y competitividad 2020”, organizado por la Coordinación de Posgrados de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
El Dr. Ponce Cruz es autor de 18 libros sobre inteligencia artificial, control automático, motores y robótica, es una de las máximas autoridades en los campos anteriores en nuestro país. En su conferencia señaló que la falta de investigación y desarrollo de la inteligencia artificial en América Latina provocará un crecimiento en la brecha tecnológica y económica de los países de esta región en comparación con los de otras regiones del mundo.
Por ejemplo, los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos están invirtiendo un 2,4% de su PIB en este rubro, mientras que los países que conforman bloque latinoamericano apenas llegan al 0,7%.
“No sólo se trata de tener productos que la usen. La necesitamos para desarrollar productos; la Inteligencia Artificial es una herramienta que ayuda al desarrollo de productos y servicios que son rentables y hacen la vida humana más cómoda”, manifestó.
Una de las características que debe lograr la IA es crear “productos sociables”, que se comuniquen entre ellos y con el usuario de manera más eficiente y efectiva para así conocerlo, interpretar sus necesidades y solucionarlas esto es lo que los hace inteligentes. No obstante, las empresas en general no parecen dispuestas a arriesgarse y esto lo ve como un problema.
“La cultura de las empresas debe cambiar, según estudios, una de las características interesantes que comparten las medianas y grandes empresas es la forma en que toman los riesgos: ninguna quiere tomar riesgos atrevidos, a pesar de que una de las maneras de innovar es arriesgar para crear productos disruptivos”, aseguró.
Una manera de innovar y arriesgarse, es con el uso de la IA, uno de los avances de ésta tecnología no sólo sirve para automatizar, sino que ayuda en los procesos de innovación de diversas maneras.
La Inteligencia Artificial puede crear estudios y generar estrategias y diseño de productos, como ejemplo mostró un proyecto de termostatos inteligentes para casas y ciudades inteligentes, los cuales cumplen con condiciones del mercado que está desarrollando en colaboración con la Berkeley University y la Universidad de Davis California.
También compartió cómo se diseñó este modelo de producto, de dónde consiguieron información y otras funcionalidades y aplicaciones, modelos de personas. Esto lo hicieron a través del social media mining, Facebook data y big data entre otras herramientas.
Además, expuso definiciones e ideas, productos y tendencias, procesos de producción de productos con IA, casos de estudio y que sigue en estos desarrollos tecnológicos y en qué campos se está usando la Inteligencia Artificial, como en la medicina, la moda y la realidad aumentada, etc.