El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por el control del enclave de Nagorno Karabaj ha llegado a su fin tras más de un mes de combate intensado que ha dejado a más de 1000 personas muertas, en lo que ha sido el periodo más sangriento de la guerra desde que esta inició.
El Primer Ministro Armenio, Nikol Pashinyan, señaló a través de un post en su página personal de Facebook que había firmado un acuerdo “indeciblemente doloroso” con Azerbaiyán y Rusia para ponerle fin al conflicto. Los términos del cese al fuego le concederán a Azerbaiyán el control de todos los puntos del enclave que han conquistado durante la duración del conflicto.
“La declaración trilateral firmada se convertirá en un punto (crucial) en la solución del conflicto”, dijo el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, en una reunión en línea con el presidente ruso Vladimir Putin.
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La decisión llega después de que tropas azerbaiyanas capturaran la ciudad de Shushi, la segunda más grande del territorio y un punto de vital importancia para ambos ejércitos. Azerbaiyán cuenta con un ejercito y armamento notablemente superior al de Armenia, y los aliados de Turquía lograron un avance importante, así como la captura de otros puntos importantes del enclave, en los últimos días.
Reportes iniciales señalan que tanto Turquía como Rusia desplegarán personal encargado de mantener la paz y el orden durante la resolución del conflicto.
La resolución del gobierno armenio fue tomada con enojo e indignación por una gran parte de su población, quienes se oponen a lo que ven como una derrota casi total.
Nagorno Karabaj cuenta con población mayoritariamente armenia, a pesar de ser un territorio dentro de Azerbaiyán, y por décadas han exigido ser reconocidos como territorio armenio, a lo cual Azerbaiyán se ha negado de manera categórica.
Aljazeera.