La encargada de proteger los derechos humanos confirma 802 bajas civiles con 229 muertos, 19 de ellos niños. Michelle Bachelet pide el cese inmediato de los ataques en zonas urbanas, reporta daños considerables en objetivos civiles, tales como hospitales, escuelas y guarderías y denuncia casos de discriminación por motivos de raza, etnia, nacionalidad o estatus migratorio.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos denunció este jueves ante el Consejo de Derechos Humanos que la ofensiva rusa en Ucrania está generando un impacto enorme en los derechos humanos de millones de personas en todo el país.
Durante un debate urgente sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania, Michelle Bachelet añadió que la elevada amenaza de riesgo nuclear que supone este conflicto “subraya la gravedad de los riesgos para toda la humanidad”.
Respecto a la situación sobre el terreno, destacó que continúan intensificándose las operaciones militares sobre y cerca de grandes ciudades, incluida la capital, Kiev y destacó que la ciudad de Volnovakha, en la región de Donetsk, ha quedado casi completamente destruida por los bombardeos, y que sus residentes permanecen escondidos en los sótanos.
Con relación a las bajas de civiles confirmó 802 con un balance de 229 muertos, 17 de ellos niños. La mayoría de estas víctimas se produjeron en las regiones de Donetsk y Luhansk, aunque Bachelet reconoció que las cifras reales serán mucho más elevadas debido al alto número de víctimas pendientes de confirmación.
“La mayoría de las víctimas civiles fueron causadas por el uso de artillería pesada, lanzamientos múltiples de cohetes y ataques aéreos en zonas pobladas, con informes preocupantes sobre el uso de municiones de racimo contra objetivos civiles”, detalló y pidió el cese inmediato de ese tipo de ataques en zonas urbanas.
Bachelet destacó que también se han producido daños considerables en un número importante de objetivos civiles, tales como hospitales, escuelas y guarderías.
Al mismo tiempo, explicó que las infraestructuras esenciales resultaron muy dañadas, con cortes en el suministro de electricidad y agua, y el acceso a la atención sanitaria.
Citando las cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados destacó que más de dos millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Un millón como desplazados internos y el resto como refugiados en los países vecinos. Estos últimos viajando durante días en bicicleta o a pie y en condiciones gélidas con temperaturas bajo cero grados centígrados.
Aunque alabó la acogida que han recibido los ucranianos que abandonan el país, destacó que esta bienvenida debe ampliarse a todas las personas que huyen del conflicto, independientemente de su ciudadanía, etnia, estatus migratorio u otro.
“Ha habido indicios preocupantes de discriminación contra los nacionales africanos y asiáticos que huyen, y la Oficina seguirá atentamente esta situación”, especificó.
Una preocupación que compartió hoy el director general de la Organización Internacional para las Migraciones, António Vitorino.
“Permítanme ser claro, la discriminación por motivos de raza, etnia, nacionalidad o estatus migratorio es inaceptable. Deploro cualquier acto de este tipo y pido a los Estados que investiguen esta cuestión y la aborden de inmediato”, solicitó.
Vitorino aplaudió la propuesta de la Comisión Europea de activar la Directiva sobre Protección Temporal para ayudar a las personas que huyen de Ucrania y pidió a los Estados miembros que garanticen la inclusión de los nacionales de terceros países en dichas medidas de protección.
También se sumó a la condena la relatora especial* de las Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de racismo, Tendayi Achiume, quien denunció las amenazas racistas y el trato xenófobo que reciben las personas no blancas que huyen de Ucrania.
La especialista recibió informe ciudadanos africanos, indios, paquistaníes, y personas originarias de Oriente Medio a los que se les niega el acceso a los refugios durante bombardeos en Ucrania, entre otras situaciones.
“Muchos informan de que los guardias fronterizos les impiden cruzar la frontera o los empujan al final de las colas de transporte para salir del país de forma segura y, en algunos casos, informan de que se les niega el acceso a los consulados de sus países de origen en los países vecinos. Muchos -incluidos los bebés- se ven obligados a esperar más tiempo a temperaturas bajo cero y sin refugio”, individualizó.