El TRI de México celebró por todo lo alto una tremenda fiesta por sus más de 5 décadas de trayectoria en México. Su catártica música hizo saltar a cientos de personas que se dieron cita en el foro Pegaso, en el marco de los auto conciertos que pretenden instaurar la nueva normalidad para el entretenimiento en México, tras el gran confinamiento en que se ha visto envuelto el público luego de la epidemia por el covid-19. Por ello, nada evitó que desde temprana hora filas de coches se sumaran en los accesos esperando pacientemente el ansiado momento de poder entrar.
Vivir nuevamente un concierto en un contexto de la precaria oferta musical, hacía aún más apetecible la idea de vibrar al ritmo de canciones que al paso de los años se han vuelto himnos en voz del inconfundible de Alejandro Lora, enfundado en una figura que se ha vuelto leyenda y que representa en sí mismo el cúmulo de lo que el rock mexicano ha sido y es: irreverente y prosaico y también una figura imprescindible y plenamente identificable donde se pare.
Todo con las medidas de seguridad
Y a fuerza de haber vivido tantas cosas y ser el superviviente de todas las etapas que ha sufrido -y gozado- nuestro rock, desde su exclusión setentera hasta su apertura a fines de los ochenta, el tri es con mucho la punta de lanza de generaciones rockeras que esta noche se dieron cita para disfrutar parte de su rica historia, desde niños de 3 a 4 años, hasta personas de más de 70.
Todos por igual, sin complejos ni barreras gozaban de lo que sucedía en el escenario. En los accesos, ejércitos de personal calificado tomaban la temperatura a los asistentes y sanitizaban las llantas de los vehículos, al tiempo que entregaban un kit de protección en donde resaltaba una mascarilla adecuada para evitar contagios, así como gel antibacterial que todos aprovecharon. El foro Pegaso se ha convertido en ése necesario oasis musical y además, en el autoconcierto más grande del mundo, operado con toda pulcritud y con una logística que ha sido galardonada desde el 2017 como la mejor del mundo según Guinness records.
Los auto conciertos siguen siendo ésa experiencia digna de ser contada como parte de la historia moderna, un renacer que da oxígeno a la recreación y a los sueños. El foro Pegaso es un lugar con una ubicación privilegiada a 30 minutos de la zona poniente de la CDMX, que cuenta con espacios amplios y seguros y que al mismo tiempo se confirma como la sede que puede albergar los autoconciertos más grandes del mundo, no existiendo en este momento ninguna otra plaza en el planeta que pueda presumir de ello gracias a su vasta extensión, esto de acuerdo con agencias internacionales como Guinness World records.