El objetivo es lograr la inmunización de un mínimo del 10% de la población de cada país. De los 4000 millones de dosis administradas hasta hoy, el 80% ha sido en países de ingresos altos y medios. En las naciones de renta baja la tasa de vacunación es de apenas 1,5%. El G20 debe darle prioridad al COVAX, dice el director general de la agencia de salud.
“Entiendo la preocupación de todos los gobiernos por proteger a su población de la variante Delta. Pero no podemos aceptar que los países que ya han usado la mayor parte del suministro mundial de vacunas contra el COVID-19 sigan administrando más dosis mientras que las personas más vulnerables del planeta siguen desprotegidas”, dijo este miércoles el titular de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su conferencia de prensa semanal, Tedros Adhanom Gebreyesus recordó que en mayo había solicitado apoyo internacional para impulsar la vacunación a nivel global con la meta de que cada país hubiera vacunado a un mínimo del 10% de sus habitantes para fines de septiembre y lamentó que a estas alturas, con más de la mitad del plazo transcurrido, no se haya avanzado lo suficiente hacia ese objetivo y menos todavía hacia el propósito de que ese número llegue a 30% al término de este año.
“En consecuencia, la OMS pide una moratoria a las dosis de refuerzo al menos hasta finales de septiembre para permitir que al menos el 10% de la población de todos los países esté vacunada”, puntualizó el director general de la agencia sanitaria de la ONU.
En mayo, los países de renta alta habían administrado unas 50 dosis por cada cien personas, una cifra que casi se ha duplicado de entonces a la fecha. Tedros indicó que hasta ahora se han administrado más de 4000 millones de dosis de vacunas COVID-19 en el mundo, el 80% de ellas en los países de ingresos altos y medios, pese a que en ellos vive menos de la mitad de la población global.
“Aún así, algunos países ricos están considerando aplicar dosis de refuerzo aunque haya cientos de millones de personas esperando tener acceso a una primera dosis”, recalcó. En este sentido, el director general urgió a revertir esta tendencia para que la mayor parte de las vacunas vaya a los países de renta baja.
La OMS ha insistido en que para ello hace falta la cooperación de todos, “sobre todo del puñado de países y empresas que controlan el suministro mundial de vacunas”. Tedros afirmó que el G20 tiene un papel de liderazgo vital que desempeñar en vista de que sus integrantes son los mayores productores, consumidores y donantes de vacunas COVID-19.
“No es exagerado decir que el curso de la pandemia depende del liderazgo de los países del G20. (…) . Les pido que asuman compromisos concretos para apoyar los objetivos mundiales de vacunación de la OMS. Instamos a los productores de vacunas para que den prioridad a COVAX”, enfatizó, aludiendo a la reunión que tendrán dentro de un mes los ministros de salud de ese grupo.