Madrid y el centro de España seguían paralizados este lunes, dos días después de una histórica tormenta de nieve, que acompaña a los miles de casos de contagios por Covid19 que se siguen dando en aquella ciudad donde los habitantes están más que sorprendidos con la guardia baja por la magnitud de estas nevadas inéditas, que dejaron el fin de semana a una de las mayores ciudades europeas sepultada bajo un espeso manto blanco.
Es así que en medio de una ola de frío que azota Madrid y el centro del país, con temperaturas mínimas de -11ºC este lunes y -13ºC esperadas el martes. El gobierno buscó tranquilizar ante una preocupación mayor: la campaña de vacunación contra covid-19 no se verá perturbada por estas condiciones meteorológicas extremas.
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Bajo el nombre de “Filomena”, este temporal, que provocó también fuertes lluvias en otras regiones de España, deja al menos tres muertos y las calles se mostraban más desiertas que el domingo, cuando pese a los llamados de las autoridades a permanecer en casa, muchos madrileños salieron, con atuendos para la montaña o directamente con esquís, a jugar en la nieve o a hacer filas para entrar a los pocos supermercados abiertos.
Para despejar las vías, las autoridades regionales distribuyeron 277 toneladas de sal a los diferentes municipios de la zona, y esperan recibir otras 3 mil 500 toneladas. En total, 138 carreteras del país permanecen cortadas este lunes y otras casi 700 se mantienen afectadas por el temporal, indicó en un comunicado el Ministerio del Interior.
En el aeropuerto internacional de Madrid-Barajas, que se mantuvo cerrado casi todo el fin de semana, la actividad se retomaba progresivamente con el despegue de algunos vuelos a partir de la noche del domingo al lunes.