El Mercado Roma se diseñó para recuperar la tradición de comprar y convivir con comerciantes en un ambiente relajado, la necesidad principal según Alberto Sacal, Administrador del Mercado Roma, era brindarle a la comunidad un mercado contemporáneo que a su vez ayudara a renovar las tradiciones de los mercados de barrio y generar proyectos de impulso gastronómico mexicano.
Una de las problemáticas que había contemplado ante los mercados es que se han visto rebasados poco a poco por los tianguis ya sean de sitio o temporales, generando con ello experiencias diferentes para el usuario al momento de realizar sus actividades vinculadas al consumo alimenticio. El proyecto se visualizó como el encuentro entre pequeños proveedores y durante el lapso de construcción del mercado se logró dar 250 empleos que favorecieron a la comunidad aunque la verdadera intención es el impacto social.
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El emplazamiento del mercado fue considerado reducido al hacer el reconocimiento del lugar, lo cual fue una problemática al momento de diseñar y distribuir los espacios al igual que conservar las alturas del contexto, aunque al lograrlo enfatizaron que la prioridad era crear vínculos sanos entre el proyecto con los habitantes cercanos, sin necesidad de abarcar una superficie mayor para lograr hacerse visible ante la comunidad.
El inicio del proyecto fue en el 2012, lo principal fue buscar el lugar en que se pudiera desarrollar el concepto, en el predio había un bar con índole industrial por lo que fue fácil habilitar el espacio para el mercado ya que contaba con algunos recursos necesarios. Aunque este bar era considerado un punto de referencia para los habitantes de la zona, lo cual nos ayuda a comprender la integración de una zona de bar dentro del mercado. Posteriormente el desarrollo del proyecto arquitectónico y su construcción demoraron un año, al tener el lugar lo que proseguía era la comercialización y construcción de la comunidad de los locatarios.
Su inauguración tuvo lugar el 21 de mayo del 2014, este proyecto fue dirigido por Rojkind Arquitectos y conceptualizado por Cadena Asociados Concept Design, con la finalidad de brindar a los usuarios una mejor experiencia comercial, entre los arquitectos se encuentran Michel Rojkind, Gerardo Salinas, Barbara Trujillo, Rodrigo Medina, Andrea León, Rodrigo Flores, Adrián Aguilar, Adrián Krezlik, Beatriz Zavala, Sandra Carvajal y Lorena García Cordero.
El predio se encuentra localizado en calle Querétaro 225, entre la Avenida Yucatán (Eje 2 Sur) y la calle Medellín, con cercanía a la Avenida Insurgentes Sur, en la colonia Roma Norte, delegación Cuauhtémoc y código postal 06700. El predio en el que se sitúa el Mercado Roma era utilizado con anterioridad por el bar “El Gran León” el cual formaba parte de la comunidad locataria y era considerado un punto de reunión y/o referencia y como fue mencionado por Kenzo Tange, cada proyecto debería ser visto como un puente que conecte al próximo, de ahí la importancia de retomar el pasado para generar un cambio en el futuro; y este puente, es visto en el proyecto como el implemento de un bar dentro del mercado y la permanencia de la manifestación arquitectónica.
Por este motivo se conservaron elementos que actualmente pueden estimular la memoria de personas que tienen experiencias en el antiguo bar y a su vez es un incentivo para experimentar el mismo espacio con diferente funcionalidad pero con rastros de lo que un día fue. Luego de este cambio drástico, se logró repercutir en varios aspectos previstos por el arquitecto dirigente del proyecto, Michel Rojkind que considera que “la arquitectura es un componente más para producir cambios relevantes en la sociedad”, dotando al predio de un mayor númerode visitantes tras la inauguración del Mercado Roma, que a su vez brindó mayor seguridad en la calle principal por medio de una intervención de luminaria y generando espacios que proporcionan una gran variedad de actividades por lo que el usuario puede visitarlo por un lapso más extenso y a diferentes horas del día.
Mientras que si seguimos un recorrido de las diferentes escalas, podemos vernos envueltos por varias atmósferas, empezando por la calle principal para aproximarse al mercado, antes y después del predio podemos apreciar viviendas, locales comerciales y estacionamientos. Al proseguir nos encontramos con una fachada en el que destacan los colores negro y naranja, y en palabras de Steven Holl, una edificación se ve obligada a ofrecer más al entrar qué de lo que se ve en el exterior, y esto se plasma al acceder al mercado donde se amplía la gama de colores cálidos y se percibe el juego de las texturas, los olores, los materiales, elementos decorativos y vegetación.
