Recientemente se cumplieron 31 años de un acontecimiento que marcó a toda la hu-manidad. Vienen a mi mente recuerdos de aquellos años 80’s, cuando al encender la radio no faltaban melodías que hacían una “revolución” en aquella entonces joven población en México.
Amor y Desamor, estaciones con mil canciones que te llevaban a decir “No Voy a Mo-ver un Dedo”, dar la vuelta a las frecuencias de radio, pues aquellos más jóvenes de-ben saber que para sintonizar una melodía, la radio era la alternativa, de pronto, en-contrarte con aquella melodía que te marcaba a “La Incondicional”, donde el señor Steven Tyler y Aerosmith sonaba con “Janie’s Got a Gun”, y qué decir de “We Didn’t Start the Fire” de Billy Joel, Mötley Crüe con “Dr. Feelgood”.
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¡Claro! no todo era música, vivíamos una vida cambiante, una década con un impacto en la inflación del dólar ante nuestra economía. En aquel entonces no había tantas marcas de automóviles, era la época de los famosos coches Chocolate.
Las computadoras de aquel entonces, recuerdo que eran carísimas, aquellas “monstruosidades” por espacio y capacidad, nada que ver con las actuales. Recuerdo que ir con mi familia de compras era más rápido, ya que la oferta en marcas no era tan basta, había menos de dónde escoger.
¡Ah! pero si hablamos de época, los tenis marcaban tendencia y hasta cierto punto marcaron historia, ¿alguien podía no desear unos tenis de la famosa palomita? y que para aquellos menos favorecidos comprarlos en “la fayuca”, era la mejor opción.
Y es que quizás recuerdes que en ese entonces, como hasta hoy, era muy fuerte el tema de la piratería, incluso el autoengaño radicaba en comprar los famosos “Mike” y aun cuando te decían tu triste realidad, te sentías orgulloso de traer tus “Mike”.
Sin duda hay tanto que recordar de esos años pero algo que nos impactó a todo el mundo en esos años fue, la caída del Muro de Berlín.
En México aceleró un cambio en la cultura respecto a lo que realmente se necesitaba en el país, al menos así se pensó.
Pero, no nos referiremos únicamente al tema político, al menos no desde esa trinchera.
Algo tan importante no podía pasar por alto en la música, y bandas como:
The Sex Pistols con “Holiday on the Sun”, Pink Floyd y “The Wall”, Lou Reed con “Berlín”, y en Hispanoamérica el maestro Joaquín Sabina con “Muro de Berlín”, daban muestra y fotografiaban musicalmente este suceso que nos evoca no solo nos-talgia sino la caída de un muro de atropellos y de ideas que hasta nuestra era triste-mente prevalecen.
Todos los anteriores temas mencionados sin duda resultan una oda histórica, pero para este servidor “Wind of Change” de la banda alemana Scorpions fue una re-ferencia en mi mente de lo sucedido, en aquella lejana, pero tan cercana Alemania que despertaba y este canto de esperanza que todos reconocemos con aquel famoso silbido inicial que marcaba el fin de la Guerra fría y la reunificación de un pueblo.
Hoy al escribir estas líneas no dejo de anhelar y sentir esos “Vientos de Cambio” y esto se agudiza en mi ser, en esta pandémica era que deja ver tiempos difíciles que estamos viviendo y que a pesar de ello dejaremos plasmado a nuestro estilo, un mo-mento que el mundo jamás olvidará, porque sí con la caída del Muro, con las crisis, con la enfermedad, con el dolor, con la historia siempre necesitaremos “El viento de cambio”, que “sopla directo hacia la cara de tiempo. Como una tormenta que hará so-nar, la campana de la libertad para la paz del espíritu”.
