Autoridades francesas han colocado al país en alerta máxima, al prohibir las congregaciones sociales y cerrando todos los bares, aunque permitiendo que los restaurantes sigan operando, después de un aumento acelerado en los casos positivos de COVID19.
La razón detrás del cierre de bares que las autoridades de sanidad los consideran “puntos calientes” de contagio porque los clientes no respetan las medidas de seguridad y sana distancia, lo cual no sucede tanto en restaurantes, por lo que se les permitirá seguir abiertos.
El funcionario de seguridad, Didier Lallements señaló que estas restricciones permanecerán vigentes por dos semanas. “Nos seguimos adaptando a la realidad del virus. Estamos tomando medidas para disminuir los contagios” aseguró Lallements.
Restaurantes deberán seguir medidas por COVID19
Los restaurantes que permanezcan abiertos tendrán que hacerlo siguiendo las medidas de sanidad impuestas por el gobierno: Un metro de distancia entre mesas, grupos de seis personas, y un registro de nombre y número por parte de los clientes en caso de que se les tenga que avisar de un posible contagio.
Esta medida se implementó dos semanas antes en la ciudad de Marsella, lo cual provocó protestas y manifestaciones por parte de los dueños de los negocios afectados. El gobierno terminó cediendo y permitió la apertura de restaurantes siempre y cuando estos respeten las medidas de seguridad.
Francia ha reportado más de 600, 000 casos confirmados y 32, 000 muertes por COVID19.
