Charlar con Salvador Maciel, autor del Templo de los Lagartos, es hablar con los ojos y la voz de un pueblo burlado hace décadas por la ambición de ciertos “lagartos” que los hicieron experimentar las mieles más amargas del despojo a la tierra. En entrevista con Certeza Diario el escritor Manuel Salvador Maciel Espinoza retrata con agudeza la barbarie que vivieron algunos ejidatarios de una bella zona del Pacifico Mexicano.
Sin duda se trata de una pieza única, que además, es símbolo claro de que la impunidad y abuso ha sido tierra fértil durante décadas en este país, sobre todo cuando de quitar lo que a la gente le cuesta años de trabajo y que en esta polifacética narración queda al desnudo gracias a sus varios elementos que incluyen historia, tradiciones y política, además de aspectos jurídicos importantes que giran en un lugar paradisiaco en este país: Ixtapa-Zihuatanejo.
“El origen del título parte de aquellos que en su burbuja de poder por años se han aprovechado de la gente y sus tierras como lo son estos temibles lagartos. No fue fácil dar vida a este texto ya que se revelan muchas vicisitudes que vivieron los ejidatarios en esta zona del país donde he crecido, donde he tenido la experiencia de mi vida. Creo que lo más triste es ver como en segundos despojan de sus tierras a esas personas que tanto han trabajado por ellas”, dijo Maciel.
De esta forma y de manera artesanal es que El templo de los lagartos revela las vicisitudes padecidas por sus habitantes que pasaron de ver sus propiedades ajenas y convertidas en un codiciado enclave turístico, esto debido a la rapacidad de políticos y funcionarios en un fideicomiso inexistente, engañando de manera vil a los que en un momento fueran propietarios de estos ejidos. El templo de los lagartos te acerca al mundo del engaño bajo el cual han funcionado durante años los grupos de poder.
“La Costa Grande de Guerrero: Petatlán, Zihuatanejo e Ixtapa con su cúmulo de bellezas naturales, han sido admiradas por el mundo a través del tiempo, pero no nos hemos percatado de esa explotación que ha ejercido gente foránea que engaño a tanto dueño de estos predios, aun así dentro de todo esto deseamos mostrar las raíces de estos bellos lugares, el libro plasma igualmente sus tradiciones, sus costumbres y la forma de ser de los oriundos de esta tierra que es mi tierra”, comenta.
En este contexto Manuel Salvador Maciel dijo: “Siempre dentro de cualquier gran situación de abuso se puede recopilar la batalla humana desde el sentido más puro, y las bellezas que pueden adornar una obra en medio del caos. Se escuchará la voz de los despojados en estas letras, con su ritmo propio y su emoción constructiva, sin dejar de exigir y luchar por lo que nos pertenece: el paisaje y el trabajo para el bienestar, con la voz y la fuerza de lo que tengamos a mano, como son las artes, en este caso a través de la escritura”.
De esta manera y con una gran historia por contar y reparar históricamente, es que El templo de los lagartos es una oda de historia y dignidad de un pueblo saqueado, engañado y que no ha recibido justicia a pesar de que han pasado décadas de dicho suceso que dejo con las manos vacías a muchos ejidatarios, todo de la mano certera de Salvador Maciel, quien ha narrado de manera emotiva en varias otras historias la identidad de una población.