Reactivación económica, vacunación masiva contra la COVID-19 y regreso a la diplomacia, son algunos de los principales logros de la administración de Joe Biden, a 100 días de su llegada a la Casa Blanca, coincidieron en señalar especialistas de la Universidad Nacional.
Silvia Núñez García, directora del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-Los Ángeles, explicó que en la Unión Americana además de la vacunación, se cuenta con la realización masiva de pruebas para detectar esa enfermedad; se puso en marcha una ley para aliviar sus impactos en la economía que consiste en la distribución de 1.9 billones de dólares entre la población en general y la industria para logar una reactivación integral. “A todas luces se puede observar la reactivación de la vida en las ciudades”.
La exdirectora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) resaltó que el presidente Biden ha logrado reducir en 73 por ciento los casos de la COVID-19 y se registran más de 140 millones de personas vacunadas, cifra por encima de las expectativas y de la promesa del presidente de que serían 100 millones de estadounidenses inoculados.
En la conferencia de medios virtual “Balance de los primeros 100 días de la presidencia de Joe Biden”, Núñez García añadió: el mandatario tiene una aprobación de 54 por ciento; el resto podría considerar que su desempeño no ha sido el esperado, porque “no ha podido disminuir la brecha partidaria que sigue incidiendo en la vida cotidiana de la población, lo cual se refleja en otros temas, como el migratorio o el de la justicia racial. Ambos aspectos han sido los grandes marcadores de este periodo”.
Además, queda pendiente la implementación de una reforma para la regularización de millones de indocumentados que ya estaban en territorio estadounidense antes del comienzo de la administración Biden, entre ellos aproximadamente cinco millones de mexicanos. Al respecto, la universitaria destacó que las sedes de la UNAM en EU colaboran estrechamente con los consulados mexicanos para orientar a los paisanos, a fin de conseguir, en su caso, la ciudadanización.
Joe Biden mantiene un récord interesante en términos de haber dictado 42 órdenes ejecutivas; una de ellas para revocar un oleoducto, con lo cual se apuntala su gran proyecto de energías renovables, es decir, de una sociedad verde.
En este periodo, añadió Juan Carlos Barrón Pastor, secretario académico del CISAN, el presidente ha buscado reposicionar a Estados Unidos en múltiples agendas, tanto en América del Norte como en otras regiones del mundo. Eso ha traído una serie de tensiones, ya que los espacios no se quedan vacíos, toda vez que se involucran nuevos actores.
El centro de la política exterior de Biden, opinó el especialista, es el cambio climático, acciones de desarrollo sustentable e infraestructura encaminada a la creación de empleos y tecnologías verdes. Barrón Pastor rememoró que durante un año, el actual presidente utilizó como estrategia de campaña una suavización del discurso referente a la migración con fines internos; “pero no hay manera de evitar que esos mensajes resuenen en otras latitudes y que gente en México, Honduras o Guatemala se hagan una idea errónea y crean que las cosas han mejorado, cuando no es así”.
El secretario aclaró: las disposiciones son diferentes para quienes ya viven en territorio estadounidense y para quienes están fuera de sus fronteras. Sin embargo, “la estrategia diplomática tiene mensajes que a veces son confusos”.
Para Tomás Milton Muñoz Bravo, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) y director de la Revista de Relaciones Internacionales de la UNAM, en el ámbito internacional la diplomacia tradicional de EU ha regresado y ahora se busca tender puentes con aliados, como la Unión Europea.
No obstante, se mantiene la disputa con China, por ejemplo, en el ámbito comercial; en tanto que con Rusia se ha registrado un enfrentamiento en el cual los mandatarios de ambos países han utilizado palabras “fuertes” entre sí.
Al referirse a la relación bilateral de nuestro país con esa nación, recalcó que desde hace décadas son tres los grandes temas que abarcan la agenda: economía y comercio; seguridad, así como migración. Respecto al primero, seguirán las presiones para convencer a las autoridades mexicanas de que algunas de las leyes promulgadas recientemente en nuestro país en materia eléctrica y de hidrocarburos van en contra del T-MEC.
En el ámbito de seguridad, continúa el tráfico de armas hacia México; en migración “EU, independientemente del gobierno que tenga, demócrata o republicano, seguirá respondiendo a sus propios intereses”.