Trabajos de investigación, arrojaron que presuntamente la hija del líder de la Unión Tepito, Dayanna Itatí “N” de 18 años de edad, fue una de los autores intelectuales del homicidio del que en ese entonces era su pareja sentimental. Dayanna “N” fue aprehendida por agentes de la policía de investigación (PDI).
Las investigaciones también establecieron que el autor material también sostenía una relación personal con la señalada.
Después de integrar la carpeta de investigación, los agentes de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, la ubicaron en el municipio de Tecámac – Estado de México, en un complejo habitacional.
Por esta razón se pidió la colaboración de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. A su vez el personal solicitó y obtuvo de una juez de control una orden de cateo a efecto de dar cumplimiento al mandamiento judicial, en apego al convenio de colaboración interfiscalías.
Al notificarla de su orden de aprehensión en su contra y leerle sus derechos constitucionales, fue trasladada al Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla, para ser puesta a disposición de las autoridades judiciales.
Las investigaciones señalan que la noche de la agresión Dayanna “N” acudió a un domicilio de la colonia Guerrero a su entonces pareja sentimental; minutos después fueron interceptados por un sujeto armado que disparó a quemarropa y en múltiples ocasiones contra la víctima, esto según información del Diario La Prensa.
Con gran preocupación se ve como la juventud de nuestros días, está atravesando momentos difíciles en varias áreas de su vida, la principal razón que los hace vulnerables ante todos los problemas, es la familia disfuncional, un hogar fracturado que no proporciones los elementos más básicos como alimentación, salud, cuidado, seguridad y con un vínculo afectivo sano y fuerte para que puedan desarrollarse con firmeza. Este modelo de vida genera muchas veces violencia en etapas tempranas de la misma, que orillan a los jóvenes a escapar de esta situación.
Esto genera barreras de exclusión que vuelve más atractiva la ruta del crimen para quienes no pueden mediante vías legales, alcanzar dinero, oportunidades y prestigio. Las instituciones públicas, tienden a proteger los privilegios de los más ricos, mientras dejan sin oportunidades a jóvenes pobres, es necesario que se diseñen políticas de prevención que reconozcan a los jóvenes como las principales víctimas del delito y también como sus principales victimarios.
Un factor importante para pertenecer a las filas del crimen organizado, es que viven en zonas donde hay guerras territoriales, vinculadas con aumentos explosivos de homicidios y de pandillerismo, a medida que el territorio se vuelve violento, los jóvenes buscan asociarse con pandillas por necesidad económica, de afecto y de protección en barrios en los que el Estado no la ofrece. Con información de Seguridad Nexos.
El modo con el que operan estos grupos delictivos, es muy sutil al principio, pues se acercan a los jóvenes, presentándoles una vida fácil, los hacen creer que sus argumentos son de un amigo que quiere ayudarlos a salir de su terrible condición. Taladran sus mentes recordándoles que es mejor tomar lo que les ofrecen a seguir viviendo en su condición, y que claro no habrá compromiso pues es un trabajo que pueden dejar cuando los favores puedan ser pagados.
Este año de pandemia también es notable por la capacidad de adaptación del crimen organizado, al encontrar nuevas vías para seguir realizando ilícitos, un ejemplo es la estafa por internet de mascarillas y gel desinfectante, el robo a casa habitación.
El contrabando de drogas ha modificado sus estrategias “el contrabando por mulas” personas a las que se les paga por esconder droga dentro o junto a su cuerpo, se ha reducido significativamente, al desaparecer el flujo turístico. Los contrabandistas, están moviéndose en otros medios, se hacen aperturas de nuevas rutas marítimas en el océano índico, las incautaciones de drogas escondidas en cargamentos de material médico, el empleo de avionetas y embarcaciones ligeras que llegan a puertos y aeródromos más pequeños y alejados del foco policial, así se puede leer en un artículo especial del Diario El País.
Por otro lado y según datos del periódico El Financiero en los últimos 30 años los grupos delictivos han evolucionado adoptando un sistema jerárquico y operativo de tipo empresarial, en estos tiempos lo realizan de forma corporativa con alianzas muy estratégicas convirtiéndose en grupos de primer nivel integrados transnacional mente (cartel).
En Ciudad de México hay 40 grupos criminales, 28 de ellos operan en una sola alcaldía y 12 en más de una. La Unión Tepito y el Cartel Nueva Generación, son los grupos con mayor influencia, tienen presencia en 11 y 7 alcaldías respectivamente, Los Molina, Los Rodolfos, Cartel de Tlahuac y Lenin Canchola, operan en 5 alcaldías cada una, según marcan las cifras.
Por: Esaú León
