Uno de los sitios obligados para los turistas que visitan Baja California son sin duda las conocidas Playas de Rosarito, esta costa ha sido una de las preferidas por los turistas americanos que prácticamente cada fin de semana llegan a los corredores artesanales, restaurantes y puntos de reunión. En sus playas se congregan miles de surfistas anualmente, cuenta con 22 hoteles, más de 1,600 habitaciones y en la región se sirven cerca de 100 mil langostas al año. Su ubicación geográfica es privilegiada para los visitantes, ya que se encuentra entre Tijuana y Ensenada, dos ciudades con distinta identidad turística.
En Rosarito existen actividades o sitios emblemáticos muy reconocidos como la langosta estilo Puerto Nuevo, el icónico muelle, el surf, las actividades de aventura o las playas. Sin embargo también cuenta con algunos puntos que quizá no conocías, y que a continuación te los contamos.
Arrecife artificial
Localizado mar adentro a 1,500 metros de la playa, se encuentra el Parque Submarino Rosarito, uno de los arrecifes artificiales más impresionantes en el litoral del Pacífico mexicano. Este arrecife es lo que fue en su momento el Buque Uribe 121, donado por la Armada de México al Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese), y hundido en 2015 para convertirse en hogar de cientos de especies marinas de flora y fauna. Este primer hundimiento es parte de la primera etapa del Parque Submarino, que incluirá un cementerio de barcos, área de tributo al Titanic, un Atlantis Precolombino y un jardín de esculturas.
Carretera de ensueño
Considerado uno de los tramos carreteros más hermosos del mundo, la Carretera Escénica que atraviesa Rosarito ofrece espectaculares vistas de acantilados y panorámicas de película. En este recorrido el mar y la montaña se fusionan para dar pie a un increíble road trip que incluye paradas con miradores, restaurantes con cocina del mar, y sitios muy emblemáticos y curiosos como la estatua del Cristo del Sagrado Corazón, que mide 23 metros de altura y pesa 40 toneladas, ubicada encima de la localidad de El Morro; también en la Escénica se puede apreciar el famoso Castillo del Diablo, una edificación gótica llena de simbolismos que ha despertado cantidad de leyendas y rumores en torno a ella.
Destino de película
Originalmente construidos para la Twentieth Century Fox, los hoy llamados Estudios Baja han sido casa de importantes producciones de Hollywood como Pearl Harbor, 007: El Mañana Nunca Muere, El Gran Pequeño, X-Men, Fear the Walking Dead y entre otras, la más famosa, Titanic. Aunque por el momento no se encuentra abierto al público, los Estudios Baja han sido para Rosarito un nicho de atracción para la industria del entretenimiento y el turismo de reuniones. En el interior de este lugar aún se encuentran escenografías originales icónicas del cine hollywoodense como el cuartel de los X-Men, la invasión zombie de la serie Fear the Walking Dead y algunas piezas como las calderas y la proa del Titanic de James Cameron.
Manjar de otro planeta
Uno de los sitios más pintorescos de Rosarito está a 15 minutos al sur de Rosarito por la carretera libre Ensenada-Tijuana, se le conoce como Popotla y entre sus curiosidades cuenta con un platillo sumamente extraño como delicioso, estamos hablando del cangrejo marciano. Este nombre se debe a la extraña e intimidante apariencia del crustáceo, sin embargo su sabor es exquisito ya que se puede preparar a la mantequilla o bañado en salsa roja picosa. En esta villa rural de pescadores, también es muy recomendable probar otro producto fresco como los pescados, almejas, ostras, erizos y jaibas entre otros.
Recinto histórico
Ubicado en un peñón con una espectacular vista de olas que rompen el Océano Pacífico, el Hotel Calafia es uno de los sitios históricos más importantes no sólo de Rosarito, sino de toda Baja California. En 1772 los frailes franciscanos y dominicos llegaron a un acuerdo, en el que los primeros quedaron a cargo de la obra misional en la Alta California, de San Diego a San Francisco, y los dominicos se hicieron cargo de toda la península, y un año después el señalamiento del límite se fijó en lo que actualmente hoy es el Hotel Calafia. Los dominicos, creadores del Santo Rosario, fueron los que le dieron el nuevo nombre a la pequeña ranchería, hoy conocida como Rosarito. Actualmente, el Hotel cuenta con terrazas con vista al mar, cocina mexicana contemporánea, cava de vinos, habitaciones boutique y un sinfín de amenidades para sus huéspedes.