En el marco del Día Internacional del Artesano que se conmemora el 19 de marzo, se hace necesario destacar su labor, la cual, sin duda alguna, da identidad a diversas regiones del país, pero que, en muchos casos, trasciende fronteras para ser reconocida como representante del arte mexicano. Ejemplo de ello es el trabajo de artesanos y artesanas yucatecas.
Seguramente, muchas de las artesanías, recuerdo de un viaje a Yucatán, decoran espacios de la casa o visten con elegancia a quienes optan por tener como souvenir una prenda hecha a mano. Es por eso que, en honor a ellos, te compartimos un recuento de lo que puedes encontrar en tu próximo viaje a tierras yucatecas, y además, estarás apoyando la economía de los sitios que visites y contribuyendo a la preservación del arte popular mexicano. La palabra artesanía significa arte con las manos, y si hay quienes saben explicar este lenguaje estético son las Artesanías en Yucatán: un vaivén entre mundos.
Si has visitado Yucatán sabes que cosas tan reconocibles como las guayaberas, los huipiles o las hamacas suelen ser identificados como prodigios que bien pudieron ser creados en la península. El clima caluroso propicia que las prendas y las geniales camas de hilos en cuyo vaivén descasamos y nos refrescamos hayan tomado carta de naturalización.
Pero si bien algunas de estas maravillas encuentran su origen en la mezcla de diferentes regiones del mundo (maya, europea y antillanas), es sabido que fue en Yucatán donde manos y mentes creativas las transformaron e imprimieron su sello característico.
Dos de las máximas muestras de este afortunado mestizaje cultural es, por un lado, el llamado “terno”, un atuendo de gala de la mujer yucateca que consta de tres piezas: huipil, al que le sigue una blusa, jubón, fustán y una esplendorosa mantilla bordada con hilo de seda y técnicas prehispánica. Por el lado masculino está la famosa “guayabera”, que en Yucatán tomó la forma que hoy conocemos y se confecciona con lino, algodón o mezclas sintéticas de poliéster.
Por supuesto la misma capital estatal concentra una gran oferta de arte popular. Desde la Casa de las Artesanías del Estado de Yucatán, que desde 1978 preserva la labor de creadores locales, herederos de la cultura maya y las diferentes manifestaciones que se fueron integrando con el tiempo; el popular Bazar de Artesanías García Rejón, a unos pasos de la céntrica Catedral, donde coexisten artesanías cuya fabricación es hecha a mano o con diferentes grados de industrialización, hasta la Casa de las Artesanías que en sus cuatro sucursales se halla una amplia variedad de creaciones.
Vale la pena, desde luego, pasar por las diferentes casas de los artesanos y boutiques con prendas y objetos de muy variados precios, siempre de acuerdo a la calidad de la manufactura.