Ya pasamos la mitad del año 2021 y aún seguimos en pandemia, muchos amigos, seres queridos y conocidos han fallecido, y pese a vivir un distanciamiento social por la necesidad de vivir, seguimos viendo como mucha gente no ha cambiado, seguimos viviendo bajo una intolerancia que cada vez, da más miedo.
Una cuidad que es testigo de cómo fue creciendo la intolerancia que puso camino para un futuro desolador, es Berlín, el 25 de Junio de 1948 sucedió su bloqueo, fue el cierre de las fronteras que compartían el Reino Unido con los Estados Unidos con la Unión Soviética en el territorio alemán ocupando, esto sucedió entre el 24 de Junio de 1948 y el 12 de mayo de 1949, esto lo impuso la Unión Soviética, este fue una respuesta a la reforma monetaria impuesta por estos países, este acontecimiento demuestra que desde hace mucho tiempo los momentos de fricción nos llevan a otras ideas más negativas.
Pero previamente la segunda guerra mundial dejó lo peor de unos seres humanos que estaban inmersos en la indiferencia y el egoísmo, dejando sin duda marcas de dolor y con el pasó el tiempo, las cosas no mejoraron después de esto. ¿Porqué nos aferramos a seguir con problemas del pasado que nos llevan a cometer errores en el presente? Busquemos en nosotros ¿qué nos está moviendo?. Para poder ayudar a quienes nos rodean, estemos a la expectativa, una actitud dispuesta, con las manos abiertas, es muy satisfactorio sentirse parte de una causa, de un sentimiento positivo de alguien más. Este sentimiento de solidaridad, se convierte en unidad.
Algo así paso en el discurso que dió John F. Kennedy, con motivo del décimoquinto aniversario del bloqueo de Berlín, y dando lugar a otra fuerte conmemoración, la del levantamiento del muro de Berlín, el 13 de agosto de 1961, el célebre discurso, “soy un ciudadano de Berlín” sucedió el 26 de Junio de 1963 en Berlín Occidental en el balcón del edificio Rathaus Schöneberg. Este discurso da un cálido abrazo de solidaridad, expone al comunismo y lo cuestiona de forma elegante, pero lo más notable fue la empatía que pone a todos en un mismo plano, ” Todos los hombres libres, donde quiera que ellos vivan, son ciudadanos de Berlín. Y por lo tanto, como hombre libre yo con orgullo digo estas palabras, Soy ciudadano de Berlín”.
Una canción que me encanta y retrata lo inútil que es la guerra, lo que perdemos en ella y le da cara a un enemigo que en realidad es nuestro hermano, es Stalingrad, de la banda Accept, del disco homónimo que salió en el año 2012 “Sólo estamos siguiendo órdenes, dimos nuestros corazones y almas, hermanos, peleamos congelados en el tiempo”.
Y sin duda no podemos olvidar que este 25 de Junio se cumplió otro aniversario más de la publicación de una obra que marcó a varias generaciones y que de primera persona Anne Frank escribe sus pensamientos y plasma en su diario el grito ahogado de una adolescente que vive una de las injusticias más grandes de la historia. Sus memorias las escribió entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944, en una segunda guerra mundial dura y sanguinaria.
El diario de Anne Frank, nos abre la puerta a un mundo que difícilmente podremos vivir, escondida en una casa de Ámsterdam durante la invasión nazi a los países Bajos, junto con ella, su familia y otros cuatro judíos se encerraron en un anexo secreto de un edificio de tres pisos en el número 263 de la calle Rue Prinsengracht de la ciudad holandesa.
Desafortunadamente, los nazis los encuentran y ella murió en el campo de concentración nazi en Bergen- Belsen Alemania, muriendo de tifus y de inanición y de no haber muerto, hubiera cumplido el pasado 12 de junio, 92 años.
“Cada año, a medida que disminuye el número de testigos presenciales del holocausto, la importancia del libro crece, el diario tiene mucho que enseñarnos sobre lo frágil que puede ser la vida y lo urgente y necesario que es proteger la dignidad humana” comenta Jan Erik Dubbelman , jefe del departamento internacional de la casa de Anne Frank en Ámsterdam.
Aún no hay una “versión oficial” de cómo fue que los nazis los encontraron, en 2016, la hipótesis más aceptada era que todos los que estaban ocultos en aquel anexo, fueron víctimas de una denuncia anónima, otro estudio hecho por el investigador Gertjan Broek apunta a que la casa de atrás, se abría encontrado por casualidad, y claro, la hipótesis de la traición no es descartada.
Muchas vidas terminan trágicamente por motivos ajenos a ellas, las guerras y las divisiones nos acercan a la injusticia, la intolerancia y a perder el control y realizar actos que lastiman a los demás y también a nosotros mismo sin darnos cuenta, no obliguemos a que acepten nuestras ideas, acciones y forma de pensar, es mejor convivir a través del respeto y entender que todos somos distintos.
Y sin duda un mensaje que no pasará de moda, “Heal the World” una frase, un nombre, que da vida a una canción de Michael Jackson que cumplio este 25 de junio, 12 años de su partida de este mundo y que por muchos es odiado por acciones que posiblemente cometio, pero que su obra es sin duda iconica e historica y será recordada por la eternidad.