António Guterres condena el “golpe militar que se está llevando a cabo” en Sudán y pide que el primer ministro, Abdalla Hamdok, y el resto de los funcionarios “sean liberados inmediatamente.”
En abril de 2019, el gobernante Omar al-Bashir fue derrocado por los militares tras meses de protestas populares, y se estableció un gobierno de transición compuesto por militares y civiles, tras un acuerdo de reparto de poder, que debía conducir a unas elecciones plenamente democráticas en 2023.
En estos momentos, según informaciones de las agencias de noticias, los militares sudaneses han disuelto el gobierno civil, arrestado a líderes políticos y declarado el estado de emergencia. Los manifestantes habrían tomado las calles de la capital, Jartum, y se tienen noticias de disparos.
El Secretario General declaró, a través de su cuenta en Twitter, que “debe haber pleno respeto a la carta constitucional para proteger la transición política que tanto ha costado conseguir”.
“Estos hechos amenazan el Acuerdo de Paz de Juba y ponen en peligro los importantes progresos realizados hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos”, declaró Michelle Bachelet.
Bachelet exhortó a las autoridades militares a que respetaran el orden constitucional y el derecho internacional, que se retiraran de las calles y que resolvieran cualquier diferencia con los dirigentes civiles que forman parte del Consejo de Transición mediante el diálogo y la negociación.
“Deploro totalmente la presunta detención del primer ministro, varios ministros, dirigentes de las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, y otros representantes de la sociedad civil, y pido su liberación inmediata”, continuó.
Bachelet también destacó las informaciones sobre la caída de internet en el país y la suspensión de otros medios de comunicación.
“Los cortes indiscriminados de internet contravienen el derecho internacional, y los servicios de internet y de telefonía móvil deben restablecerse, ya que son fundamentales para que la gente busque y reciba información, en particular en estas inquietantes circunstancias”, explicó.
Pidió a las fuerzas militares y de seguridad que se abstuvieran de hacer un uso innecesario y desproporcionado de la fuerza, y que respetaran la libertad de expresión de la población, así como el derecho de reunión pacífica.
Para ella, “sería desastroso que Sudán retrocediera después de haber conseguido poner fin a décadas de dictadura represiva”.
“El país necesita avanzar para consolidar la democracia, un deseo expresado en innumerables ocasiones por el pueblo sudanés, incluso de manera alta y clara en las calles la semana pasada y hoy”, agregó.