Cinco días después de que un devastador terremoto de magnitud 7,2 sacudiera el suroeste de Haití, el nivel de destrucción y desesperación es cada vez más evidente, mientras la cifra de muertos ha aumentado a alrededor de 2000.
Después de crisis consecutivas en el asediado país, el terremoto del sábado seguido el lunes por la depresión tropical Grace, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dijo que a medida que el recuento oficial de muertes y destrucción continúa creciendo, los heridos ya superan los 9900.
Y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) dijo que las autoridades de protección civil están instando a una vigilancia extrema por parte de las personas afectadas, ya que la combinación de fuertes lluvias y posibles réplicas del terremoto podrían derribar las paredes y los techos agrietados de las casas dañadas.
1,2 millones de afectados
UNICEF estima que alrededor de 1,2 millones de personas, incluidos 540.000 niños, se han visto afectados por el terremoto y alrededor de medio millón de menores tienen acceso limitado o nulo a refugio, agua potable, atención médica y nutrición.
A pesar de la violencia criminal y la inseguridad, incluidas las pandillas que controlan la carretera principal de Puerto Príncipe al sur del país, un camión de UNICEF pudo entregar botiquines médicos a tres hospitales en Les Cayes, con suministros suficientes, incluidos guantes, analgésicos, antibióticos y jeringuillas para tratar a 30.000 víctimas del terremoto durante tres meses.
La agencia de la ONU también está distribuyendo lonas para refugios de emergencia; letrinas y duchas; y agua potable.
El Fondo estima que necesitará 15 millones de dólares para responder a las necesidades más urgentes de al menos 385.000 personas, incluidos 167.000 niños menores de cinco años durante un período de ocho semanas.
94 escuelas dañadas o destruidas
“Los niños de Haití necesitan solidaridad y apoyo”, dijo Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití, quien añadió que “os padres y profesores que lo han perdido todo necesitarán apoyo”.
Apenas unas semanas antes de la reapertura de las escuelas, las evaluaciones preliminares realizadas ayer por UNICEF y funcionarios haitianos en el Departamento Sur, uno de los tres más afectados, muestran que 94 de las 255 escuelas han sufrido daños o han sido completamente destruidas.
“Será extremadamente difícil para los padres, los maestros y el gobierno lograr que los niños regresen a la escuela de manera segura en solo tres semanas a partir de ahora”, dijo Maes.
Después de visitar una escuela dañada en Mazenod, cerca de Les Cayes, el funcionario de UNICEF enfatizó que es “crucial para los niños que acaban de pasar por esta experiencia traumática del terremoto más el clima extremo, tener la normalidad y estabilidad de estar en un aula con sus amigos y profesores”.
Hacer que los niños vuelvan a las aulas
Esta última tragedia se produce en un momento en que los niños no han podido asistir a la escuela durante meses, debido a desafíos políticos o de seguridad, así como a la pandemia de COVID-19. “Devolver a los niños a las aulas es quizás la mejor manera de asegurarse de que ellos, sus familias y comunidades, puedan recuperarse”, dijo Maes.
“Necesitaremos recursos para reconstruir algunas escuelas, rehabilitar otras, equipar las clases con pupitres, profesores y estudiantes con kits pedagógicos y escolares”, agregó el representante de UNICEF.
Las agencias de la ONU brindan ayuda de emergencia
Mientras tanto, el martes, la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU envió un equipo de Evaluación y Coordinación de Desastres de 11 personas al país más afectado. Tras señalar que las evaluaciones revelaron daños peores de lo esperado, la Oficina emitió una actualización diciendo que es probable que las víctimas continúen aumentando a medida que persistan las operaciones de búsqueda y rescate.
Junto con los esfuerzos de búsqueda y rescate en curso, el acceso a los lugares afectados es la mayor prioridad. Los equipos de rescate han logrado salvar al menos a 34 personas de los escombros. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) dijo que sus camiones están “cargados con alimentos, agua y kits de higiene” para las personas de las zonas más afectadas.
Mientras tanto, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) codirige con las autoridades haitianas la respuesta para los sectores de albergues, artículos no alimentarios y gestión de campamentos.
“Las distribuciones ya han comenzado a brindar asistencia rápida y vital a los más vulnerables”, dijo la agencia de la ONU en un tuit.