En 2020, unos 23 millones de niños no recibieron las vacunas básicas. Son 3,7 millones más que en 2019, debido a las interrupciones causadas por la pandemia.
La mayoría de estos niños, alrededor de 17 millones, probablemente no recibieron ni una sola vacuna durante el año, informan UNICEF y la Organización Mundial de la Salud. Estas son las primeras cifras oficiales que reflejan las interrupciones debidas al COVID-19 y muestran que la mayoría de los países registraron el año pasado descensos en las tasas de vacunación infantil.
El panorama en la región de las Américas es “preocupante”, ya que la cobertura de vacunación sigue disminuyendo. Solo el 82% de los niños están totalmente vacunados con la vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, frente al 91% en 2016. Tres países de la región se encuentran entre los que han vivido un mayor aumento del número de niños que no reciben la primera dosis de esa inmunización. México, con 454.000 en 2020; Argentina con 156.000 y Venezuela con 134.000.
“Estas cifras son alarmantes y sugieren que la pandemia está echando por tierra años de progreso y exponiendo a millones de niños a enfermedades mortales y prevenibles”, ha afirmado el director general de Gavi, la Alianza para las Vacunas, Seth Berkley.
Mama Bwanga tenía cinco hijos. De ellos, dos murieron en la misma semana por sarampión, en la República Democrática del Congo.
“Les vacunaron de la polio, pero no nos dieron una cartilla de vacunación. Yo no sabía que esa vacuna no era la del sarampión. A mi hija, le salieron erupciones por todo el cuerpo y se le pusieron los ojos rojos. Se le obstruyó la garganta y no podía comer. Tomó medicación, pero su salud no mejoraba. Murió cuando tenía cuatro años. El segundo murió poco después. Tenía un año y medio. Ya he perdido dos hijos, así que esta vez voy a asegurarme de que los otros reciben su vacuna contra el sarampión”, explica en un video publicado por UNICEF.