¿Puede el ser humano tener la fuerza de un huracán? ¿Puede la migración asemejarse a un tornado? ¿Es la guerra tan destructiva como el más intenso incendio? Así lo plantea la artista plástica Lucía Novoa Gil en su primera exhibición individual en México, su país natal. “Simbiosis Invisible: Manual para navegar la isla sintética” es un proyecto que nació en la época de pandemia por el COVID-19, donde la artista busca crear una reflexión acerca del impacto que la actividad humana ha tenido en el planeta.
Inspirada en el trabajo de la historiadora Donna Haraway, y usando el plástico PET como material protagónico, Novoa Gil crea un tejido transparente para expresar sus inquietudes acerca de la huella que estamos dejando en el mundo.
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Con casi 10 años de experiencia en el mundo de las artes plásticas, y con una trayectoria que la ha visto recorrer Europa y Estados Unidos desarrollando su estilo, Novoa Gil llega a México en tiempos de sana distancia para presentar esta reflexión sobre el movimiento de las masas. En una exhibición que estará abierta por tiempo limitado y con acceso incluso más limitado, la artista, junto con el estudio artístico USSR (pronunciado “User”), se encuentra en el primer piso de Av. Revolución 557.
“Mi trabajo siempre se basa en la investigación. En esta muestra todo lo estoy haciendo con material reciclado y trata sobre el impacto del ser humano en la naturaleza, no solamente en la parte de la ecología, sino en las consecuencias materiales que tienen los movimientos humanos en el planeta”, explica la artista.
El cuerpo de trabajo de Lucía Novoa Gil aborda la teoría científica mezclada con ciencia ficción para desarrollar sus procesos creativos y reflexivos; al tiempo que nos invita a repensar desde donde estamos, como individuos y sociedad, construyendo nuestros vínculos, así como cuál será el resultado de esta manera de entrelazarse.
En una entrevista con Certeza, Novoa Gil habló con más profundidad acerca de este proyecto, su inspiración para desarrollarlo, y el uso del PET como material principal.
-¿Cómo se dio este proyecto?
“Este proyecto nació de una colaboración USSR a partir de la investigación y la lectura de algunos temas que tienen que ver con la ciencia ficción y con la migración y varios temas así. Me centré mucho en leer a Donna Haraway, que es una persona que estudia teoría y ciencia ficción sobre el antropoceno y todas estas teorías sobre lo que va a pasar con el mundo en el futuro. La instalación consta de una pieza textil, un tejido hecho a base de PET recolectado, PET transparente, y ahora en su segunda parte consta también de un video.”
-Justo ahora que lo mencionas: Algo que he notado que está muy presente en tu trabajo son los tejidos. El año pasado hiciste un proyecto sobre tapices, has trabajado con zarapes, incluso los mapas mentales con los que trabajas se asemejan visualmente a un tejido.
“Siento que en general no tengo una línea material marcada, pero el tejido sí es algo que me llama muchísimo la atención. Me llama mucho la atención la facilidad de tener un material simple, accesible, individual, que cuando se replica o se une puede ser de cualquier tamaño. Además, el hecho de que sea una práctica que existe en todas las culturas, siento que se presta para comunicar muchísimas cosas. Entonces, sí, creo que más y más se va volviendo muy presente en mi trabajo, y no solo la idea del tejido materialmente, la idea de las redes, las conexiones, los nodos.”
-En la sinopsis de tu proyecto, lo primero que aparece es una cita de un libro de Donna Haraway, ¿puedes ahondar un poco en cómo ha influido su trabajo en este proyecto? Ambas hablan acerca del impacto de la actividad humana en el planeta.
“En general creo que hay varios escritoras que son de ciencia ficción que son una gran base de mi trabajo y de las cosas de lectura que más disfruto y que más me inspiran a pensar. Donna Haraway para mi empieza leyendo El manifiesto cyborg (1983) hace ya varios años, y pues escuchando muchas pláticas que ella ha dado donde empieza a unir más esta idea de la ciencia y del conocimiento serio con la ciencia ficción, y estas maneras de escribir ciencia ficción para hablar sobre la ciencia, que es lo que a mí más me llama la atención. Romper un poco las barreras entre qué cosas son ciencia seria universitaria, y que cosas también pueden explorar conocimiento valioso fuera de esas limitantes” Pues este libro básicamente trata sobre eso, sobre la convivencia de las especies y el planeta que estamos construyendo con nuestros movimientos y nuestra presencia.
-En este proyecto, tú comparas a los movimientos humanos con los desastres naturales por el impacto que tienen sobre el planeta. Sin embargo, este proyecto nació en un momento de inmovilidad inusitada en todo el mundo por la crisis del COVID. ¿Cómo fue el proceso de desarrollar esta idea al mismo tiempo que esta crisis mundial sucedía?
“Sí, tienes mucha razón, no lo había visto así como que es un momento de inmovilidad pero es verdad. Pero también, al mismo tiempo, la razón de la pandemia es el movimiento, nuestro acceso al transporte de un continente a otro, que es lo que a mi me llevaba mucho a pensar; las estadísticas, como se va moviendo estas cosas que nos están pasando como humanidad, de un país a otro, de una ciudad a otra, que tanto influye nuestra colectividad, lo muy importante que es juntarnos o no juntarnos, tener mucha conciencia sobre nuestra colectividad y sobre cómo compartimos nuestro espacio. Es algo que he pensado mucho”.
-En un aspecto más personal, tú has señalado que lo que amas de tu trabajo es el proceso. ¿Ha sido difícil mantener este amor y motivación durante esta epoca de encierro?
“Pues sí es difícil. Es difícil en el sentido de que: sí me encanta el proceso, sí me encantan las cosas tediosas, sí es algo que disfruto muchísimo. Pero también dependo mucho de constantemente estar teniendo estímulos, y conversaciones, ir a museos, simplemente estar en la calle y experimentar diferentes cosas. En ese sentido se vuelve un poco difícil, es un ejercicio más introspectivo y de lectura, que no necesariamente es completamente diferente a lo que hago usualmente, pero sí es difícil no tener acceso de la manera en que pensamos, porque siempre se puede buscar tener acceso a cosas que te llenen la mente, pero para mí sí es importante estar en el exterior, tener conversaciones con personas con las que usualmente comparto, ver el trabajo de artistas en personas, cosas así”.
-El proyecto se titula “Simbiosis invisible: Manual para navegar la isla sintética. ¿A qué te refieres con “isla sintética”?
“Pues es un poco un juego entre cómo se ve el tejido, que es esta isla flotante, la mancha de plástico del Pacífico. Estas islas de plástico que ahora flotan en el mundo. Como la presencia del plástico como este nuevo material que nos está invadiendo”
-Tú has señalado que la importancia del plástico es no solo por su cualidad antropocenea, sino también por su transparencia. ¿Cuál es la importancia de la transparencia para ti?
El Antropoceno es una época geológica propuesta por una parte de la comunidad científica para suceder o reemplazar al denominado Holoceno, la época actual del período Cuaternario en la historia terrestre, debido al significativo impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres.
“Pues la transparencia es algo que en general me llama mucho la atención estéticamente, pero también me gusta la idea de que sea como un vacío, que sea traslúcido, que deja pasar y que sea esta especie de objeto invisible. Que no lo es, pero muchas veces cuando uno piensa en cosas conceptuales, en ideas, son un poco así, como estas cosas que existen pero no necesariamente podemos ver todo el tiempo. Lo transparente a mí siempre me lleva a eso, como a un concepto o a la idea de algo que está presente pero no puedes ver a primera vista”.
-¿Cómo ha sido trabajar de la mano con USSR?
“Obviamente me hubiera gustado que fuera en otro momento, pero las cosas pasan cuando tienen que pasar y en realidad estoy muy contenta de como han sido las cosas. USSR está conformado por colegas que yo respeto muchísimo y con los que me encanta trabajar y compartir. Siento que es un lugar donde crecen las ideas, las ideas que yo tenía o la manera en la que iba a tener estos proyectos creció y desarrolló gracias al espacio y a conversaciones, que creo que es algo muy importante que te hace crecer como artista. Compartir con la gente que te rodea, gente que respetas, gente que admiras, eso ha sido muy importante para mí”.
-¿Cómo te sientes acerca de tener que presentar el proyecto en tiempos de pandemia, cuando solo pueden asistir grupos muy reducidos?
“Pues ha sido, por un lado, un poco de adaptación al momento. Yo entré a este proyecto con la idea de que iba a ser así, con las limitantes y los cambios que hemos tenido por estos tiempos que estamos viviendo. Pero siempre uno quisiera poder llegar a más personas, pero creo que por ahora ha sido muy gratificante para mí terminar esta exposición y poder seguir exponiendo mis ideas, y las cosas que quiero intentar ahora que ya está la última fase del proyecto”.
-¿Qué esperas que obtengan de esta exhibición las personas que asistan a verla?
“Lo que yo esperaría es incitar curiosidad por el mundo que nos rodea, no necesariamente nada muy profundo. Definitivamente una experiencia agradable y bonita, que la disfruten, que puedan ver algo de lo que vive adentro de mi cabeza. Sobre todo pensar y ser conscientes sobre nosotros, sobre nuestra existencia, sobre qué parte somos del colectivo que nos rodea”
La exposición “Sinopsis Invisible: Manual para navegar la isla sintetica” se puede visitar hasta el día 1 de febrero, y solo se puede asistir en grupos muy reducidos de personas. Para más detalles, pueden visitar la pagina de USSR (https://www.ussr.mx/lucia-novoa-gil/) o contactar directamente a través de adriana@ussr.mx