Nuestro país es uno de los pocos países donde el Día de las Madres es inamovible, en tiempos en que no imperaba el Covid no era raro ver a los pequeños rumbo al colegio, disfrazados de todo tipo de personajes para ejecutar un baile, que sin duda conmovería a mamá hasta las lágrimas, todo en honor a mamá, quien por cierto pasaba horas cosiendo los atuendos de sus hijos bailarines. El día de la madre se festeja el 10 e mayo desde 1916, cuando un grupo de mujeres comenzaron a impulsar la planificación familiar y existen versiones de que fue una reacción al movimiento feminista que se originaba en Yucatán.
Hoy a causa de la pandemia las mamás mexicanas deberán conformarse con eventos virtuales y las felicitaciones por redes sociales, pero, ¿cuál es la realidad para una gran mayoría de madres mexicanas hoy en su día?, aclaramos, que no todas viven esta situación, pero según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para 2020, el 73% (36.2 millones) de las mujeres de 15 años y más residentes en nuestro país, ha tenido al menos una hija o hijo nacido vivo, de ellas el 9.9% son madres solteras.
El total de madres solteras: 74.2% de ellas tenían hasta dos hijas o hijos nacidos vivos, 23.2% entre tres y cinco, y 2.6% más de seis. En las localidades de más de 2 500 habitantes representan el 7.8% del total de población femenina de 15 años y más; proporción que en las localidades con menos de 2 500 habitantes disminuye a 5.2%. El 26.1% no cuenta con instrucción básica completa, 38.7% concluyó la secundaria y 35.0% tiene instrucción media superior o superior. La tasa de participación económica de las madres solteras es de 70.6%. para el total de mujeres de 15 años y más es de 44.9%.
Porcentajes de madres solteras
El 26.1% de las madres solteras ocupadas en el mercado laboral tiene de 15 a 29 años de edad; más de la mitad (52.0%) son de 30 a 49 años y 21.9% tienen 50 o más años. Entre el total de mujeres sin hijos, los porcentajes son: 67.6%, 26.0% y 6.3%, respectivamente.
Las mujeres que son madres se insertan en el mercado laboral en condiciones más adversas que el resto de las personas, pues tienen que combinar la crianza de los hijos y los quehaceres domésticos con sus actividades laborales, por si esto no fuera ya grave según datos de la ENDIREH 2016, 30.8% de las madres de 15 años y más casadas o unidas, declaró haber padecido al menos un incidente de violencia por parte de su pareja en los últimos 12 meses; 27.8% ha sufrido violencia emocional, 14.1% económica, 8.5% física y 2.5% sexual.
Sin duda es un gran día para celebrar, sin olvidar fortalecer las redes de apoyo tanto socialmente como a nivel gubernamental, pues este día visibiliza una problemática que incluso, para algunos sectores resulta tema de memes e intercambio de los mismos, como es el caso de la expresión “Mamá Luchona”, por cierto nacida en México, una país netamente patriarcal y con muchos rasgos machistas, el termino según el portal psicocode “inicialmente se le asignaba a las madres solteras adolescentes. Posteriormente el término se fue extendiendo hasta todas aquellas mujeres que criaban a sus hijos solas, fueran divorciadas, jóvenes o mayores”.
Además se señala que lo que se esconde detrás de la expresión luchona es entonces, el abandono masculino del rol paterno muchos sectores festejan los chistes sobre “Mamás luchonas” sin duda es en consecuencia, la complicidad de una problemática que no discrimina en edades. Las madres solteras han existido en todas las épocas de la historia, y si esto sucede, es porque los padres que abandonan a sus hijos también son una constante, pero no es eso el tema de la burla, incluso disfrazada.
Sea como sea, la situación de la maternidad en México sigue siendo un tema en la agenda, y sin duda siempre un motivo de celebración, pues son las “jefas”, quien al final del día en la mayoría de los hogares mexicanos “se rifan”, incluso la vida misma, por “estirar” el gasto, por “estirar” el tiempo y “estirar” todo, convirtiéndolo en amor.
“…Que nunca vuelve aquello que se pierde, y la marea sube y luego baja. Supe que lo sencillo no es lo necio, que no hay que confundir valor y precio, que un manjar puede ser cualquier bocado, cuando el horizonte es luz y el rumbo un beso…”, Soneto a Mamá, Joan Manuel Serrat.
