El inicio de la administración de las primeras dosis de vacunas contra Covid en Occidente no puede olvidar la necesidad de una vacuna justa y gratuita en todo el mundo, especialmente en los países más pobres. Riccardo Noury de Amnistía: sólo el 14% de la población ve el final de la pandemia.
“Pido a todos, a los jefes de Estado, a las empresas, a los organismos internacionales, que promuevan la cooperación y no la competencia, y que busquen una solución para todos: vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados en todas las regiones del Planeta. En primer lugar, los más vulnerables y necesitados”. Con estas palabras el Papa Francisco reiteró, durante la bendición Urbi et Orbi el día de Navidad, la importancia de tener vacunas gratuitas disponibles para todos, especialmente en los países más pobres.
En estos días, especialmente en Occidente, estamos celebrando de hecho la llegada de las primeras dosis de la vacuna y el inicio de los planes para administrarlas a las poblaciones. Sin embargo, el riesgo es que 67 de los países más pobres sólo podrán vacunar a una de cada diez personas. La alarma fue dada hace unas semanas por la Alianza para la Vacuna Popular, que reúne a asociaciones y ONG como Amnistía Internacional, Oxfam, Frontline Aids y Global Justice Now.
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“Apreciamos mucho las palabras del Papa Francisco”, explica en la entrevista Riccardo Noury, portavoz de Amnistía Italia. De hecho, existe la necesidad de “una vacuna popular para todos sin discriminación, porque de lo contrario no podremos salir de la pandemia”. Necesitamos un esfuerzo de solidaridad mundial para hacer frente a una crisis sanitaria que es mundial, de lo contrario este “nacionalismo de la vacuna” no conducirá a nada bueno.
Con información de: Vaticano News