Zacatecas, además de ser un lugar de paisajes únicos, gran riqueza arquitectónica e histórica, también es un destino que guarda grandes misterios de vivencias que ocurrieron en sus calles y a través del tiempo se han convertido en leyendas. Una de las más conocidas entre los habitantes del estado es la conocida como “Calle de las 3 cruces” la cual narra una historia trágica, y todavía en nuestros días pone la piel de gallina a quienes pasan por ese punto de la capital zacatecana.
La leyenda ocurrió en noviembre del año de 1763 y se desarrolla en una calle que hoy es conocida como San Francisco, la cual se encuentra muy cerca del Centro Histórico de la capital zacatecana. Por esos días un caballero de alta sociedad, Don Diego de Gallinar vivía en este sitio acompañado de su hermosa sobrina Beatriz Moncada, quien tras haber perdido a sus padres estaba bajo su tutela.
Beatriz era muy bella, así que no pasaba desapercibida entre los caballeros y varios de ellos intentaron ganarse su corazón sin éxito, pero un buen día, en una festividad de la región, la joven conoció a un chico de origen indígena muy humilde, llamado Gabriel. Los dos quedaron enamorados al instante. Noche a noche Gabriel se aparecía al pie del balcón de su amada para dedicarle canciones en secreto, ella por su parte, disfrutaba de estas muestras de amor. Lo que los amantes no sabían es que Don Diego ya tenía planeado el futuro de Beatriz, pues prometió su mano en matrimonio a un hombre acaudalado.
En una de las tantas ocasiones que Gabriel llevó serenata a la joven, Don Diego se dio cuenta, él furioso le exigió al chico que se alejara de su sobrina, pues ya tenía un compromiso; en respuesta, Gabriel le gritó que él estaba enamorado de Beatriz. Don Diego perdió los estribos ante tal confesión, sacó su espada y empezó a forcejear con Gabriel, pero perdió la pelea con el muchacho, resultó herido y finalmente quedó muerto en el piso.
A lo lejos, uno de los sirvientes de Don Diego presenció toda la escena y para vengar a su patrón, apuñaló por la espalda a Gabriel, el joven murió por el ataque. Beatriz, que había visto todo desde lo alto de su habitación se desmayó debido a la impresión, lo que ocasionó que cayera del balcón del cual tantas veces había gozado las serenatas de su amado, su caída fue tan fuerte que resultó en su muerte.
Los dos caballeros y la muchacha murieron en el lugar, y al día siguiente para conmemorarlos, pintaron tres cruces de cal en el piso justo donde habían estado los cadáveres. A partir de ese momento esta calle cobró un aire de misterio y sobrenatural, incluso la empezaron a llamar: La Calle de las 3 Cruces. Actualmente se dice que, si acudes por las noches o en la madrugada puedes toparte con el alma en pena de alguno de los enamorados o la de Don Diego, las cuales aún no pueden descansar en paz todavía.