Los miembros del Consejo de Seguridad condenaron hoy en los términos más enérgicos los atentados perpetrados este jueves cerca del aeropuerto internacional de Kabul que causaron por lo menos 60 muertos y cerca de 120 heridos. El Estado Islámico en la Provincia de Jorasán reivindicó los atentados.
Asimismo, reiteraron “la importancia de combatir el terrorismo en Afganistán para garantizar que el territorio de este país no se utilice para amenazar o atacar a ningún país, y que ningún grupo o individuo afgano apoye a los terroristas que operan en el territorio de ningún país”.
Se sumó a la condena la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que destacó que la explosión fue una acción calculada para matar y mutilar al mayor número de personas posible: civiles -niños, mujeres, padres, madres, así como talibanes- y fuerzas extranjeras que protegían el aeropuerto.
El portavoz de Oficina, Rupert Colville, declaró en rueda de prensa en Ginebra que”fue un ataque diseñado específicamente para causar una carnicería, y la ha causado, y señaló que espera la captura y enjuiciamiento de los responsables de los responsables lo antes posible.
Por su parte, el director regional de emergencias en el Mediterráneo Oriental de la Organización Mundial de la Salud dijo que la situación en Afganistán sigue siendo muy inestable y que el atentado agrava aún más la situación.
Rick Brennan indicó que las necesidades humanitarias en todo el país son enormes y van en aumento con más de 18 millones de personas necesitadas en un contexto de hambre, sequía, conflicto y COVID-19.