En medio de un Estados Unidos conmocionado y dentro de la violencia tras el asalto Al Capitolio, este lunes un nuevo escándalo se vislumbra y es que se filtró la portada de Vogue con la imagen de Kamala Harris, vicepresidenta electa de EE.UU., despertando controversia por lo que de inmediato miembros del equipo de Harris se quejaron porque esa fotografía no había sido aprobada por ellos. La revista respondió que la imagen con el fondo rosa, en la que Harris viste de manera informal, refleja mejor la naturaleza amigable de la vicepresidenta electa, y dijo que se utilizarán ambas fotos en la edición digital.
En la edición se puede observar a Kamala Harris posando frente a un fondo rosa y verde con una chaqueta negra y zapatillas. Sin embargo, una fuente cercana al entorno de la funcionaria reveló que esa fotografía más informal debía aparecer en el interior de la revista, mientras que en la portada Harris sería mostrada posando con un traje azul claro sobre un fondo dorado.
Según una fuente de CNN, los asesores de Harris le solicitaron a la revista que modificara la tapa–aunque la versión impresa salió a la imprenta a mediados de diciembre–, y Vogue respondió publicando una segunda portada digital que mostraba a Harris con un traje azul claro de Michael Kors sobre un fondo dorado.
A través de un comunicado un portavoz de Vogue dijo que la revista “amaba las imágenes que Tyler Mitchell (primer fotógrafo negro que apareció en la portada de Vogue Estados Unidos) tomó y sintió que la imagen más informal capturaba naturaleza auténtica y accesible de la vicepresidenta electa Harris, que sentimos es uno de los sellos distintivos de la administración de Biden y Harris”.