- Pandemia voraz no podrá con las almas
Si le preguntas a alguien: ¿que es lo que necesitas en la vida para ser feliz? No sería de sorprenderse que sus respuestas fueran tres, Salud, dinero y amor. No obstante la pandemia global por el nuevo coronavirus vino devorar las primeras dos en la mayoría de las personas, que si bien, no todas han adquirido esta terrible enfermedad, si han perdido la salud en otros sentidos, como el estrés derivado de la crisis económica.
Afortunadamente el tercer factor, difícilmente el Covid-19 podrá consumirlo, les hablo del amor, pues es precisamente este sentimiento el que vuelve mas fuertes a las personas y las llena de gallardía y coraje para seguir adelante. Con amor, no habrá virus que nos mande al olvido, pues aun si nos arrebataran la vida… si nos atrevemos a vivirla con amor, seguiremos vivos en el recuerdo de quien hemos amado.
De eso se trata, de reinventarse o morir, o mejor dicho, Reír-ventarse o morir. Es así como lograremos salir avante de esta lamentable situación que puso al mundo contra la lona, sonriendo, dándonos la oportunidad de demostrar nuestra resiliensia exaltando lo que nos vuelve verdaderamente humanos, con emoción, caridad, compasión, paciencia y sobre todo empatía, pues de ponernos en los zapatos de los demás entenderemos mejor su comportamiento, por ende los juicios serán menos y las muestras de apoyo más.
El momento es hoy, llegó la hora de inundar el planeta con sonrisas y narices rojas, aplastar los estragos del Covid-19 con zapatones de payaso… zapatos que en cada paso nos llevarán mas lejos, siempre arriba y adelante, con amor y pasión por seguir viviendo. Podríamos decir “Sin mirar atrás”, pero ese sería un error, hay que mirar atrás, para aprender de lo que nos ha hecho tropezar, hay que mirar atrás para levantar al que se ha quedado en el camino, hay que mirar atrás para vernos a nosotros mismos a los ojos y repetirnos “No voy a fallarte corazón”.
No voy a fallarle a ese niño de 8 años con sueños fantásticos que probablemente al crecer dejó en el olvido, seré un adulto responsable, pero también lo seré de ti y de lo que nos hace felices. Porque sí, crecimos, pero nuestro niño sigue vivo en los más profundo de nuestros corazones. No voy a fallarte corazón.
Reír-ventarnos o morir, y si morimos hagámoslo con la frente en alto, sabedores de que le cumplimos a la vida. Si esta pandemia te dejó sin trabajo, sin sustento o lo que es peor, te ha dejado sin algún familiar, victima de esta u otra enfermedad, déjame decirte que nada de esto es el final y vale la pena seguir adelante por amor, por ti, por los que seguimos aquí, por los que nos toca generar un mejor mundo para los que vienen atrás, por ti, por mi, por ellos, todos juntos, y así… ni la muerte misma podrá acabar con nuestra humanidad. Seguiremos brillando, rojo intenso, rojo brillante, rojo como la sangre que fluye por nuestras venas, rojo nariz de payaso.
PD. Aquí estoy de regreso, agradecido con Dios y con quienes hacen posible traer mis textos a Certeza Diario. Que su luz nunca se apague.