El tiempo no perdona, no se detiene y la vida se nos va como agua, esta semana de cierre e inicio de mes, las lluvias nos han cubierto en la Ciudad de México y en gran parte del país.
Hoy al viajar por la ciudad y de regreso a casa, melancolicamente veía la lluvia caer y recordé aquella canción People Are Strange del grupo The Doors, “Las Calles son disparejas cuando estás deprimido, cuando eres extraño, los rostros surgen de la lluvia cuando eres extraño”, una canción que sin duda quedó tatuada en el tiempo y que este 3 de julio se cumplen 51 años de la partida del Rey Lagarto, Jim Morrison, quien fue encontrado muerto en la bañera de su departamento en París.
El Rey que dejo el mundo terrenal para convertirse en una leyenda. El poeta, compositor y cantante de la banda The Doors, fue dado como muerto hasta el día 9 de julio de 1971 por su manager Bill Siddons, esto con el objetivo de no hacer un “Circo Mediático” por las muertes recientes de Jimi Hendrix y Janis Joplin. Mucho se habló de teorías de conspiración, que si no murió, que vive lejos de la fama y todo porque no existe una foto o prueba de que Jim estuviera en aquel féretro.
Jim sin duda fue todo un poeta, alguien fuera de serie, basta con recordar el poema que le escribió a “Pam” así como varias canciones y tristemente Pamela Susan Courson murió a los 27 años igual que el Rey Lagarto.
3 de Julio, una fecha que sin duda los amantes del Rock no olvidan desde la partida de Jim Morrison, pero casualmente acontecimientos importantes también están en la memoria del tiempo y en este caso, en México se conmemoran 66 años del voto de la mujer en México.
Un 3 de julio de 1955, las mujeres mexicanas acudieron a emitir su voto por primera vez para elegir a los diputados federales de la XLIII Legislatura. De manera oficial el derecho al voto de la mujer en México, comenzó el 12 de febrero de 1947 y publicado en el Diario Oficial de la Federación con decreto de adición al artículo 115 que permite la participación como votantes y como candidatas en igualdad de condiciones que los varones, con derecho a votar y ser votadas.
Pero fue hasta el 3 de julio de 1955 cuando las mujeres sufragaron por primera vez en una elección federal, ya que las tradiciones y costumbres en México estaban muy arraigadas y tuvieron que pasar 24 años para que una mujer llegara a una gobernatura estatal en 1979 y fue Griselda Álvarez por el estado de Colima.
Sin duda son grandes pasos en la igualdad, equidad y democracia en México y el mundo entero. Pero la lucha por la igualdad de las mujeres ha sido desde tiempos inmemorables en todo el mundo pero otro punto de referencia en México, es la lucha de las mujeres en la época del Porfiriato que casualmente este 2 de julio se cumplen 106 años de su fallecimiento.
En aquel tiempo se vivían cambios políticos, económicos y culturales en el mandato de Porfirio Díaz, igualmente se empezaban a construir cambios en la forma de pensar de la mujer. En los años de 1904 al 1906 se creó una revista llamada” La Mujer Mexicana”, que pretendía representar las aspiraciones femeninas ya muy claras en el México de aquél entonces, la integración social y laboral eran temas pendientes para toda mujer, las fundadoras de esta revista estuvo a cargo de un grupo de maestras que pertenecían a un pequeño grupo de mujeres de renombre, que sin duda fueron pioneras en cuanto al desarrollo profesional de la mujer, Dolores Correa Zapata, Luz Fernández viuda de Herrera y sus colaboradoras, fueron la base para el futuro despertar de muchas mujeres, que solo pensaban que la sumisión y abnegación eran las mejores virtudes de la mujer.
Y aunque en ese tiempo ya había publicaciones dedicadas a las mujeres, como ” El Álbum de la Mujer” o ” Violetas del Anáhuac”, no tenían esa visión femenina fresca de la revista ” La mujer Mexicana”, que era muy diferente por tener un carácter progresista e instructivo, y sus directoras ponían en la portada de forma clara que era “dirigida y redactada sólo por señoras y señoritas”. Es muy probable que este grupo de mujeres fueran de las primeras en abrirle la puerta al feminismo, al ser mujeres preparadas y reflexionaron sobre la situación que vivía la mujer y sobre todo ¿qué lo ocasionaba?.
El pilar de los sufrimientos de la mujer era la falta de preparación, misma que se veía reflejada cuando no contaban con protección o sostén para su manutención, al quedar viudas las cosas eran muy difíciles, pues al no desempeñar un rol social destacado no había forma de subsistir por cuenta propia, las opciones con las que contaban eran lamentables, se entregaban a la indigencia o a la prostitución.
En la revista, manifestaron que la mujer de su tiempo, era un ser pasivo, indefenso, que no se valoraba así misma como persona activa y social, al no ser capaz de verse importante por sí misma, todo por una educación e ideologías que la hacían invisible.
La solución a esta forma de vida ya se estaba dando del otro lado del mundo, el feminismo, estaba tratando de emancipar en Europa a todas las mujeres, a mediados el siglo XIX y principios del siglo XX. Las maestras de la revista, estaban tratando de introducir el feminismo, desde luego, de otra forma, más tímida, para ese momento, ellas veían la emancipación de la mujer, con bases de educación en sus facultades, en su preparación y la contribución al progreso humano.
Mientras tanto, en otro lugar del mundo y en otro tiempo, un personaje que se dedicó en cuerpo y alma a la literatura, el excéntrico Franz Kafka, que nació en Praga coincidentemente el 03 de Julio pero de 1883, el en gran medida, vivó y retrató los sentimientos que también tenían la mayoría de las mujeres en el mundo.
Kafka es conocido en parte, por ser el escritor que plasma la frustración humana y el dolor, su obra representa la impotencia del ser humano ante lo externo, esto lo vemos en su obra “La metamorfosis”, esta situación no lo hizo débil, lo transformó en una fuerza imparable que lo mantuvo de pie cuando su vida se tornaba oscura, desde la oposición familiar, de cinco compromisos matrimoniales frustrados, de su trabajo como agente de seguros y de su salud delicada que terminaría con su vida, pero nunca dejó su pasión, su propósito, lo que le salía del alma, la literatura.
No cabe duda que “el hambre de cambio”, el no dejar ahogar nuestros deseos y aspiraciones pese a las circunstancias vividas, nos transforma y acerca a lo que realmente queremos ser.