El fortalecimiento de la autodeterminación económica de las mujeres es más necesario que nunca no sólo “para la paz y la seguridad global” sino también y sobre todo para “contribuir a la construcción de la sociedad”. Lo afirmó el Observador Permanente de la Santa Sede ante la Osce, en el curso del segundo encuentro preparatorio del 29º Foro Económico y Medioambiental del organismo.
No sólo beneficiarias, sino sobre todo protagonistas de su propio desarrollo y del de sus familias y sociedades: eso es lo que deben ser las mujeres. Así lo afirmó monseñor Janusz Urbańczyk, Observador Permanente de la Santa Sede ante la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, con sede en Viena). Ayer y hoy, el prelado intervino, por videoconferencia, en el segundo encuentro preparatorio del 29º Foro Económico y Medioambiental del organismo, centrado en el tema “Promover la seguridad global, la estabilidad y el desarrollo sostenible en el área de la OSCE a través de la autodeterminación económica de las mujeres”.
En su primer discurso, pronunciado el 10 de junio en la inauguración de los trabajos, monseñor Urbańczyk recordó que, con la pandemia del Covid-19, “se han hecho más evidentes las continuas desigualdades a las que se enfrentan las mujeres en la región de la OSCE en cuanto a la participación en el mercado laboral, el acceso a la protección social y al empleo de calidad y a tiempo completo, las diferencias salariales, con la consiguiente reducción de los ingresos y las pensiones y el aumento de la pobreza”. En esencia, puntualizó el Observador Permanente, las mujeres “se han visto afectadas de forma desproporcionada por la pandemia”, porque o bien están empleadas “en trabajos precarios y mal pagados”, o bien trabajan “en la economía informal”.
Al mismo tiempo, el prelado pidió que se “reconozca ampliamente” que el género femenino realiza “una gran cantidad de trabajo no remunerado”, como “el cuidado de niños y ancianos”. Y esto “no sólo contribuye al desarrollo económico de cada país”, sino que sirve para “sostener los pilares fundamentales de la sociedad y de la nación”, permitiendo además a los Estados ahorrar “una cantidad importante” en servicios sociales que de otro modo tendrían que garantizar. En esta línea, añadió monseñor Urbańczyk, el fortalecimiento de la autodeterminación económica de las mujeres es más necesario que nunca no sólo “para la paz y la seguridad global” que la OSCE promueve “a través de la cooperación”, sino también y sobre todo para “contribuir a la construcción de la sociedad”. (Con información de Vaticano News)