La segunda mitad de la década de los 60 fue un verdadero caldo de cultivo en donde muchas de las bandas que brillaron años después estaban el proceso de encontrar un sonido propio. Hoy reconocemos a Jehtro Tull como una agrupación emblemática del Rock Progresivo, y ahora que su disco más reconocido, Aqualung (1971), cumplió 50 años, me parece una gran oportunidad para charlar sobre ellos un rato.
Creada en 1967 por Ian Anderson, Jeffrey Hammond y John Evan, la banda se nutrió de dos estilos que florecían en la escena inglesa. Por un lado el Blues Rock que ya estaba más que establecido con artistas como The Yardbirds, The Animals y The Rolling Stones pero también con el Rock Sinfónico post Sgt. Pepper que bandas como Procol Harum y The Moody Blues explotaron.
Entre las clásicas rotaciones de miembros y de nombres, Jehtro Tull encontró el suyo gracias a la propuesta de un agente apasionado por la Historia quien propuso a un agrónomo inglés del siglo XVIII. Para ese entonces los muchachos ya tocaban Blues en distintos locales pero la primera vez que los invitaron a regresar fue usando dicho nombre, así que ése se quedó.
Pero no fue solamente un nombre interesante lo que llevó a Jehtro Tull a diferenciarse del resto de las bandas de la época. Su elemento sonoro distintivo llegó de la mano (y los pulmones) de Ian Anderson quien vendió su Fender Stratocaster para comprarse una flauta. Para el músico todo era cuestión de talento: “Había tocado guitarra y harmónica, pero como guitarrista nunca iba ser tan bueno como Eric Clapton, así de sencillo”.
Aunque en su primer disco, This Was (1968), tiene mucho de Blues Rock las influencias del Jazz y el Folk también marcaron el camino que desarrollaría su estilo en álbums posteriores. Un buen ejemplo de cómo suena el Blues con flauta es la canción “A Song for Jeffrey”. La llegada de Martin Barre a tiempo para su segundo lanzamiento, Stand Up (1969), también ayudó a alejarse del Blues y explorar horizontes nuevos.
Jehtro Tull captó rápidamente la atención de los oídos estadounidenses. Luego de iniciar su gira y participar en el Newport Jazz Festival de 1969, el grupo rechazó la invitación de tocar en el Festival de Woodstock. De regreso a Inglaterra, más conciertos, un disco nuevo, Benefit (1970), y luego otra gira en Estados Unidos.
En medio de todo eso Ian Anderson no perdió la chispa creativa. Fue en la habitación de un hotel que llegó la primera idea de lo que eventualmente se convertiría en Aqualung.
Grabación y estreno
Fueron pocas las canciones que Jehtro Tull grabó en los Morgan Studios. Después se mudaron a estrenar los nuevos estudios de Island Records. La banda en esa época consistía en: Ian Anderson (vocalista, flauta) Martin Barre (guitarra), Jeffrey Hammond (bajo), John Evan (teclados) y Clive Bunker (percusiones).
Pero grabar en Island Records no fue nada fácil. Construidos en lo que antes fuera una iglesia, los dos estudios disponibles albergaron, al mismo tiempo, a Jehtro Tull y Led Zeppelin. Mientras Jimmy y los chicos grabaron en lo que fuera la cripta, Anderson batallaba con la alta y fría bóveda. Así lo recuerda conversando con Magnet Magazine:
“Aqualung no fue fácil de hacer […] había muchos problemas con la acústica. Era implacable, arduo, severo. Zeppelin estaba en el estudio del sótano y tenían mucho mejor sonido. No la pasamos bien durante el periodo de grabación. No le tengo mucho cariño al resultado final en términos de multipistas y mezcla. Para mí no es un álbum que suene muy bien, pero hicimos lo que pudimos.”
Después de un extenso periodo de postproducción que terminó hasta marzo de 1971, Aqualung estaba listo. Su lanzamiento llegó el 19 de marzo de 1971 publicado por Chrysalis Records. El disco escaló hasta el cuarto puesto en la lista de popularidad de Reino Unido y en Estados Unidos se colocó en la séptima posición. Con más de siete millones de copias vendidas es también su producción más vendida.
Una y otra vez escuchando Aqualung
Cuando Jehtro Tull trabajó en Aqualung ya tenía perfeccionado el combinar lo acústico con lo eléctrico por lo que el resultado es un disco cuyos temas ofrecen un colorido muy singular. Un momento escucharemos las cuerdas de acero de una guitarra de madera y de un momento a otro irrumpe un riff tan agresivo como de sus contemporáneos Black Sabbath.
La canción homónima es obra de la colaboración de Anderson y su esposa de aquel entonces, Jennie Anderson. Su inspiración fue la foto de un vagabundo que ella misma había tomado. “Aqualung” narra algunas escenas de la vida de este personaje mientras nos lleva del disgusto a la pena tan rápido como la transición de lo eléctrico a lo acústico.
El tema que abre el disco es también su obra más popular y un gran ejemplo de cómo suena el Rock Progresivo. Curiosamente no cuenta con el sello característico del grupo (la flauta) pero sí con un riff que se convirtió en un clásico dentro del Rock y con uno de los solos del género más emocionantes cortesía de Martin Barre.
El personaje llamado Aqualung reaparece en: “Cross-Eyed Mary”, pieza que también toma una de las fotografías de Jennie Anderson como inspiración. Cross-Eyed Mary está inspirada en una prostituta infantil de un barrio marginado y
Las fotografías de Jennie Anderson también inspiraron la siguiente canción: “Cross-Eyed Mary”, que narra la vida de una prostituta infantil en un barrio marginado. El tema inicia con un ritmo que suena como una marcha entre liderada por una flauta y un mellotrón para luego estallar con guitarra eléctrica y piano.
El lado A de Aqualung incluye tres piezas de menor intensidad que las primeras pero no por ello menos valiosas. Entre ellas destaco “Wond’ring Around” que hace un dulce retrato acústico de la hogareña vida de una pareja.
El lado B cuenta con tres piezas (“My God”, “Hymn 43” y “Wind Up”) que ponen el dedo en la llaga de las instituciones religiosas. “My God”, es la canción más extensa del álbum y una de las que mejor demuestran la habilidad musical de los artistas. La inclusión de todos los instrumentos, los solos, los cambios de intensidad, los coros de iglesia y mucho más la convierten en un tema indispensable de Aqualung.
Aunque “Locomotive Breath” es una de las canciones favoritas de los seguidores de Jehtro Tull, es “Hymn 43” mi favorita en este lado. Este tema ataca a quienes lucran con el nombre de Cristo e incluso hace una ácida consideración: si él estuviese vivo lo primero tendría que hacer sería salvarse a sí mismo. Escuchemos con atención el gran solo de guitarra y el piano blusero.
Un momento para Jehtro Tull
Conocí a Jehtro Tull durante mi periodo universitario. Sucedió mientras jugaba Rock Band, un videojuego musical bastante popular a finales de la primera década del siglo que contaba con “Aqualung” y “Hymn 43” entre su repertorio. Aún recuerdo el entusiasmo con el que descubrí las notas que conforman el solo de Martin Barre; los cambios de ritmo, la potencia de cada riff.
Días después, gracias a la magia del Internet, ya contaba con su discografía completa. Me acompañó por varios años en un iPod que ha sobrevivido. Para muchos Aqualung es un gran álbum conceptual pero Ian Anderson siempre ha defendido que un par de canciones hiladas no necesariamente forman un disco con un tema unitario. En todo caso, escucharlo de principio a fin es una gran oportunidad de escuchar el gran abanico sonoro del que es capaz Jehtro Tull.
Mi recomendación es que escuches las mezclas que hizo Steven Wilson en 2011. Todo lo que batallaron los músicos en el estudio de Island Records queda atrás con una versión que le da a cada nota y a cada instrumento un digno sonido que tristemente se había perdido cuando se grabó por primera vez. Y tú, ¿ya conocías a Jehtro Tull?