La semana pasada hablamos sobre los diferentes tipos de luz que existen además de la luz que forma los colores que vemos, luz que no podemos ver pero que ahí está, la vez pasada solo hablamos de la luz que está debajo del rojo, pero está no es la única, a continuación, te contaré algunas cosas más sobre la luz que no vemos.
Así como tenemos luz infrarroja (que está debajo del rojo) tenemos luz ultravioleta (que está arriba del violeta) está segunda tiene una frecuencia más alta a cualquier otra de los colores, frecuencia tan alta que no podemos ver (así como hay sonidos de frecuencia muy alta que no podemos escuchar), esta luz ultravioleta es la razón por la que no podemos permanecer mucho tiempo bajo el sol.
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Nuestro sol, como cualquier otra estrella emite muchos tipos de luz, emite luz de radio, microondas, infrarrojo, luz visible, ultravioleta, rayos x y rayos gamma, estos dos últimos son desviados gracias a la atmosfera y campo magnético de la tierra (y gracias a esto es que seguimos vivos).
Te cuento que la luz ultravioleta no es dispersada en su totalidad, está llega hasta nosotros, no es tan dañina como los rayos x o gamma pero sí puede causarnos algún mal si permanecemos en contacto con ella durante un periodo muy largo de tiempo, si nos quedamos tomando el sol durante días seguidos sin descansar, tarde o temprano desarrollaremos cáncer de piel o algún otra afección cutánea.
Debido a lo anterior y por esa razón es importante que usemos bloqueador solar si vamos a estar durante mucho tiempo bajo el sol, pues nuestra piel absorbe todos los rayos de luz emitidos por el sol, cuando nos ponemos bloqueador, la mayoría de los rayos ultravioleta son absorbidos por el bloqueador en vez de nuestra piel.
En 1985 Wilhelm Conrad Röntgen descubrió una extraña radiación de origen desconocido, está radiación era tan desconocida que decidió ponerle el nombre de rayos X, algunos años después se descubrió que estos rayos eran de la misma naturaleza que los colores, que se trataban de ondas electromagnéticas de una frecuencia alta, cuya longitud de onda (distancia que hay entre cada “pico” en una onda) era inmensamente pequeña de alrededor de 0.00000000001 m. (equivalente a un Armstrong, unidad de longitud).
Dicha luz que no podemos ver tiene una propiedad curiosa, y es que estos rayos pueden penetrar cuerpos opacos, es decir, pueden atravesarlos casi como si no estuvieran ahí.
Seguramente a ti o alguien de tus conocidos les han sacado alguna vez una radiografía, una foto de los huesos, pero ¿cómo se logran tomar estas fotografías? Pues se utilizan los rayos X, en la sala de rayos X, hay dos objetos fundamentales para poder tomar una radiografía, un emisor de rayos X y un receptor de estos, si quieres fotografía los huesos de tu brazo, tienes que colocarlo en medio del emisor de rayos X y el receptor, entonces cuando el aparato empieza a emitir la luz que conocemos como rayos X, esta luz llega hasta tu brazo, pero no es absorbida por tu piel como la luz infrarroja o ultravioleta.
Esa nueva luz la atraviesa, entra y sale de tu brazo casi sin inmutarse, solo hay una parte de tu cuerpo que logra absorber esta luz, tus huesos, los rayos X que chocan con tus huesos son absorbidos por estos y no vuelven a salir, así pues la luz emitida por el emisor, llega al receptor, y va formando una imagen con la luz que llega, pero como no toda la luz llegó pues bastante fue absorbida por tus huesos, entonces lo que obtenemos es una fotografía de tu interior.
Así como la sombra que te sigue en un día soleado es la sombra que provoca tu cuerpo al absorber la luz visible, así una radiografía es la sombra de rayos X que generan tus huesos.
Además de la luz ultravioleta y los rayos X existe un tercer tipo de luz que no vemos, incluso más energético que los dos anteriores, esta luz es conocida como los rayos Gamma.
Muy probablemente ya hayas oído hablar de estos rayos, en alguna película o algún libro de ciencia ficción, los poderes de Hulk son producto de un experimento fallido de rayos Gamma, claramente, en la vida real las cosas son muy diferentes, pues al ser los rayos Gamma, luz aún más enérgica que los rayos X, esta fácilmente es capaz de atravesar todo tu cuerpo y destruir tu ADN, si fueras directamente expuesto a este tipo de luz, en unos cuantos segundos presentarías quemaduras en la piel, mareos, dolor de cabeza, etc. Dependiendo la intensidad de los rayos morirías en algunas horas o unos pocos minutos.
Los rayos Gamma tienen una frecuencia enorme, que va desde los 1025 Hz (un uno seguido de 25 ceros) y son la razón por la cual se comprobó experimentalmente que existe la antimateria, son muy peligrosos y se debe de tener mucho cuidado con ellos, las personas que trabajan manejando este tipo de radiación suelen solo trabajar 6 meses al año, y tener otros 6 meses para dejar que la radiación almacenada por su cuerpo se disperse y no genere daños en su salud.
Ahora ya conoces más tipos de luz además de la luz visible, luz que no se puede ver, ahora ya sabes que cada tipo de luz se puede identificar midiendo su frecuencia, hasta el momento el ser humano solo conoce estos tipos de luz, pero eso no significa que sean los únicos, puede que exista un tipo de luz aún más enérgica que los rayos Gamma y de frecuencia aún mucho más alta, solo que aún no somos capaces de identificarla y medirla, aún hay muchas cosas que esperan a ser descubiertas.
