La pandemia de COVID-19 en Europa “podría estar entrando en una nueva fase” y la expansión de ómicron por todo el mundo “ofrece una esperanza plausible de estabilización y normalización”, aunque aún no es el momento de bajar la guardia, aseguró el responsable de la Organización Mundial de la Salud en Europa.
“Aunque la pandemia está lejos de acabar, tengo esperanza de que podemos terminar la fase de emergencia en 2022 y abordar otras amenazas sanitarias que requieren nuestra atención”, añadió Hans Kluge en un comunicado.
Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud cree que esto dependen de la responsabilidad colectiva para terminar con la pandemia. “Es peligroso asumir que ómicron será la última variante, o que estamos en el final”, dijo Tedros Adhanom Gebreyesus durante la apertura del Comité Ejecutivo del organismo. “Por el contrario, globalmente las condiciones son ideales para que surjan más variantes”.
“Vamos a convivir con el COVID-19 en el futuro próximo, y necesitamos aprender a gestionarlo con sistemas sostenidos e integrados de lucha contra las enfermedades respiratorias agudas”, destacó.
El responsable de la agencia mundial de salud insistió en que las vacunas por sí mismas no lograrán terminar con la pandemia. “Pero no hay salida si no logramos nuestro objetivo común de vacunar al 70% de la población de todos los países a mediados de este año”, concluyó.