Morder la mano que te da de comer ¿y salir bien librado? En 1970 los integrantes de The Kinks ya estaban más que enterados de lo caótica, injusta y cruel que era la industria musical, por lo que tenían anécdotas de sobra para su siguiente disco: Lola Versus Powerman and the Moneygoround, Part One (Lola Versus Powerman), un álbum conceptual que retrata de manera satírica los altibajos del muchas veces anhelado mundo de la música.
The Kinks tenían un problema en Estados Unidos: estaban vetados. ¿El motivo? Soportarlos no era nada fácil, su tour de 1965 tuvo de todo: peleas, escenas de borrachos, problemas de dinero, conciertos fallidos, prisión… El acabose fue cuando cancelaron un concierto en San Francisco, esto inició una serie de procedimientos legales que los británicos terminaron perdiendo, poco después tendrían otro altercado entre bastidores de un programa de TV.
El veto duró hasta 1969 pero fue suficiente para que el mercado estadounidense se perdiera los mejores discos de la banda mientras disfrutaba de los éxitos de The Beatles, The Who o The Rolling Stones. “Ese ridículo veto se llevó los mejores años de la carrera de The Kinks cuando la banda original estaba en su apogeo”, comenta Ray Davies con Ultimate Classic Rock, recordando que cuando el veto acabó: “…la generación de Woodstock había llegado y the Kinks estaban casi olvidados”.
Conociendo a Lola y la reconquista de Estados Unidos
The Kinks venían de grabar dos estupendos discos conceptuales: Village Green Preservation Society (1968) y Arthur (1969) que, a pesar de haber recibido los aplausos de la crítica británica, no habían superado las expectativas del grupo y la disquera a nivel comercial. Por si esto no fuera suficiente cuando el veto en Estados Unidos terminó, el grupo hizo una breve gira en octubre del ‘69 que no recibió los reflectores esperados y, de nuevo, resultó algo caótica.
The Kinks querían regresar con un hit y el líder del grupo, Ray Davies, comenzó a trabajar en lo que se convertiría en el primer sencillo de su nuevo proyecto. “Lola” es una comedia romántica: con el estilo narrativo que caracterizaba a Davies nos hacemos testigos del tropezado encuentro de un jovencito con un travesti de Soho.
Las grabaciones iniciaron en abril de 1970 en los Morgan Studios de Londres –y en donde se grabaría el resto del álbum. Davies, quien para este momento del grupo ya fungía también como productor, realizó un sinfín de tomas hasta que luego de un mes quedó satisfecho. El singular rasgueo al inicio de la canción es obra de dos guitarras acústicas americanas: una Martin y una Dobro de 1938 con resonador.
“Lola” salió como sencillo en junio y pronto comenzó a escalar en las listas de popularidad de Reino Unido, pero también Estados Unidos y luego el mundo. Además de ser un brillante tema, no quedó fuera de polémica: múltiples estaciones la vetaron por hablar de un tema “escabroso” y otras más le bajaban el volumen cuando se mencionaba la sexualidad de Lola. La BBC también la prohibió pero por mencionar la marca Coca-Cola; por eso existe una versión alternativa que menciona un refresco de cereza.
Con su sencillo dentro del Top 10 de Billboard y número uno en varios países, el camino estaba listo para Lola Versus Powerman and the Moneygoround, Part One, el disco que le devolvió los reflectores a The Kinks.
La industria evidenciada, Lola Versus Powerman
Una vez que el primer sencillo quedara listo, The Kinks comenzaron a trabajar en dos temas que ayudarían a armar el núcleo conceptual de Lola Versus Powerman: “Powerman” y “Got To Be Free”. Su elemento en común: el descontento con los distintos personajes dentro de la industria musical.
“Él tiene mi dinero y mis derechos de publicación”, se escucha en el tema “Powerman” que retrata de manera ácida a los dueños de las disqueras. La voz lírica pasa de conformarse con tener a su pareja a su lado a confesar que se está volviendo loco por no tener ni dinero ni libertad. Este acaudalado personaje era el villano que faltaba para el cerrar el círculo del nuevo álbum.
Lola Versus Powerman se estrenó el 27 de noviembre de 1970 y aunque no le fue tan bien en ventas dentro del Reino Unido, sí lo hizo en varios otros países, incluyendo el más importante: Estados Unidos, en donde se colocó entre los 50 más populares. Por su parte, la crítica lo recibió de manera muy positiva, destacando el ingenio de sus letras y visión crítica de la industria.
Lola Versus Powerman, el concepto
Como buen álbum conceptual Lola Versus Powerman no sólo tiene un tema general sino también una historia que inicia con: “The Contenders”, una suave canción Folk que de pronto se aloca en una pieza rockera. La letra retrata el sentir de cualquier banda juvenil: un deseo de libertad, de estar lejos de un empleo miserable, y con la consciencia de no ser tan buenos, pero con toda la intención de hacer equipo y triunfar.
En “Denmark Street” escuchamos el retrato de los editores o publishers y la denigrante teatralidad que se vive cuando una banda de novatos hace todo con tal de que su música llegue a más escuchas. “Odio la tonada, odio la letra, pero te diré lo que haré, te firmaré y la llevaré a las calles para ver si tiene éxito”, responde el editor.
Luego de escuchar la miserable situación de uno de los miembros del sindicato de músicos en “Get Back In Line”, el disco nos presenta, con un riff poderoso, la pieza de Rock “Top of The Pops”, basada en el popular programa de TV británico, narra el ascenso de la banda ficticia hasta colocar un tema en el número uno de las listas de popularidad, la canción está llena de referencias: la BBC, la revistas NME y Music Maker, las entrevistas, las sesiones fotográficas, etc.
“Top of The Pops” termina con una frase mordaz: “Hijo, tu grabación llegó al número uno. ¿Sabes lo que eso significa? Significa que podrás empezar a ganar un buen dinero”, dando pie a “The Moneygoround” que es un recuento de las pintorescas desventuras que The Kinks vivieron durante la década que terminaba, “tuvimos tres managers que nos llevaron a creer que estábamos firmado el mejor negocio posible”, le cuenta Ray Davies a Uncut, “pero la industria era joven en Gran Bretaña y las personas se aprovechaban de ti”. Como dato simpático, los nombres que aparecen en la canción son los de esos tres managers.
The Kinks, entre pop y el hard rock
Lola Versus Powerman es el último gran disco de The Kinks, su calidad compite con los álbums conceptuales que le precedieron y ahora que está cumpliendo 50 años, definitivamente merece ser escuchado. Por fortuna los más interesados podrán encontrar esta edición Deluxe:
Pero, ¿qué pasa con la banda de la que cuenta el disco? La última pieza, “Got To Be Free”, anhela la libertad que perdió al entrar a la industria musical pero no hay resolución. Ray Davies tenía planeado terminar la saga en un disco que nunca sucedió: Lola Versus Powerman and the Moneygoround, Part Two.
Sin embargo, el álbum es redondo en cuanto a su estilo y madurez interpretativa. Desde los poderosos momentos de Hard Rock en “Rats” y “The Contenders” hasta el ingenio en las letras de “Lola” y “Apeman”, Lola Versus Powerman cumple en cada canción. Mi favorita es, de hecho, la recién mencionada “Rats” escrita por Dave Davies.
Lola Versus Powerman también fue el fin de una turbulenta era para The Kinks en la industria: renegociaron un contrato con la RCA, se compraron su propio estudio y obtuvieron más derechos a nivel creativo y de representación. En conclusión, diría que esa sarcástica mordida que dieron The Kinks a la industria musical sin duda valió la pena.
Ahora es tu momento de escucharlos.
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