La historia de Carlo Acutis, no pudo trascender en el mundo en un mejor momento, pues es una que -seas creyente o no- te conmueve, te da fe, esperanza y sobre todo la CERTEZA de que aún hay en este planeta personas que se interesan por otras de una forma desinteresada… que anteponen el bien, por encima de todo y que aun en medio de la enfermedad siguen adelante, hasta que el cuerpo aguante, con el único interés de dejar a su paso un mundo mejor.
No hay nada que no se haya contado de este joven o historia sobre su vida que no circule en internet, pues incluso es considerado el “Influencer de Dios”, ya que siendo un amante de la tecnología logró difundir el evangelio en plataformas digitales, ahora será beatificado y muy seguramente a futuro será considerado un santo, por las obras de caridad que llevo en vida, pero, ¿Por qué escribir sobre él en este espacio?
Resulta que mientras leía sobre Carlo, me encontré con una declaración de su madre Antonia Salzano, quien afirmó que su hijo era un “payaso natural”. ¿Qué quería decir la madre con eso? ¿Estaba frente a una nueva interpretación de lo que es o no es un payaso? Muy seguramente si, y es que como otras veces he comentado en este espacio, hay mil y un interpretaciones de lo que es este personaje en la historia de la humanidad y las diferentes culturas.
En la descripción de la madre sobre el “payaso natural” que le parecía su hijo, encontré las virtudes que desde mi punto de vista, todo payaso debería ostentar. Y aquí se las comparto:
1.- “Hacía reír a sus amigos, a su familia, a toda su clase y hasta a sus profesores. Su esfuerzo por hacer la vida agradable a quienes le rodeaban fue algo constante”. Y es justamente la misión que deberíamos perseguir, payasos con y sin nariz, con y sin maquillaje, todos en absoluto. Alegrar la vida de los demás.
2.- “No le gustaba que el personal de la limpieza tuviera que ir recogiendo su desorden. Comenzó a programar el despertador unos minutos antes para dejar la habitación ordenada y la cama hecha de su habitación”. Humildad, virtud que difícilmente puede verse en un mundo como en el que hoy vivimos, pero que sería increíble que pudiéramos promover y rescatar.
Entonces como Carlo, recoger nuestro propio desorden, y no me refiero solo al que podemos generar en una habitación u oficina, sino hacernos cargo del desorden emocional que podemos ocasionar en quienes nos rodean, sino limpiamos nuestra mente y nuestro corazón.
3.- “Para Carlo, en cada persona está reflejada la luz de Dios”. Empatía, dicen “hay que ponerse en los zapatos del otro para entenderlo más”, y parece fácil, pero no lo es, me atrevería a decir que muy pocos lo hacen. De haber más empatía seguramente los problemas y enfrentamientos serían menos y las resoluciones más.
4.- “La dignidad de cada ser humano era tan grande que Carlo opinaba que todos merecían un trato igualitario”, recordaba su madre.
Por las virtudes antes citadas, la señora Antonia Salzano afirmaba que su hijo era “Un payaso natural”. Y yo me pongo a pensar, en lo maravilloso que sería que realmente todos nos convirtiéramos en payasos naturales, payasos como la madre de este futuro santo los describe.
Alegrar la vida de los demás, tener humildad, empatía y defender la dignidad de todos, eso es “Un payaso natural”. Carlo Acutis fue uno, que alegría saber que vivió en nuestro tiempo, que dejó un hermoso ejemplo y que ahora será un santo contemporáneo, que vestía jeans, tenis, jugaba Playstation y amaba comer Nutella. Que alegría saber que en el mundo hay otros Carlo, que seguirán ese camino de amor y fe.
