Se estima que en todo el mundo, hay 1 de cada 160 niños que tienen algún trastorno del espectro autista( TEA), este cálculo se cree que representa una cifra media, pues la prevalencia encontrada varía considerablemente entre los distintos estudios aplicados. El autismo es de los trastornos que siguen con un rezago en cuanto a la detección, tratamiento y conciencia de la sociedad, sin embargo, hay muchas personas que están haciendo más por este grupo de personas.
Una muestra de esto es lo que están haciendo en Ciudad de Panamá, pues han creado a “MyRot” un robot que tiene la forma del característico “árbol barrigón” fue creado por un grupo de Investigadores de Panamá, con el objetivo de ayudar en sus aprendizajes a menores con Trastorno del Espectro Autista. Tiene una altura de 150 centímetros, está decorado a tonos verdes, acompañado de hojas y de una tablet en el corazón con un rostro de caricatura, el simpático “árbol” permite a los terapeutas facilitar los procesos de aprendizaje de los chicos con autismo, refuerza la atención auditiva, percepción visual, concentración, comprensión lectora, integración social e interpretación de expresiones.
El investigador que encabeza el proyecto, Leonel González comenta “Queríamos crear una plataforma que apoye la gestión que hacen las instituciones con niños de necesidades especiales para desarrollar una herramienta de digitalización en el proceso enseñanza, aprendizaje y trazabilidad”. Para González, este avance es muy importante, ya que es padre de un niño con espectro autista externa que es “una herramienta para que los terapeutas puedan plantear diversos tipos de actividades, y con el uso de la tecnología, hacer una pequeña perimetría del niño, saber su grado de aceptación o impacto emocional”.
La función del “árbol” es muy clara para el equipo, “MyRot” es una representación del árbol barrigón de Panamá que expresa gestos y emite la voz del especialista a través de una bocina, que en una primera etapa es una marioneta digital, en el que el profesor o terapeuta tiene una “app” en su celular a través de la cual habla por su micrófono y manipula sus gestos, el terapeuta puede ir cambiando las emociones e interactuando con el niño, no importa el idioma pues es el profesor quien habla.
Otro de los beneficios es que se genera “una trazabilidad y protocolos nuevos que traducen lo que se hacía a papel y a mano, pero ahora es un producto orientado a la nube, dentro de los procesos de seguridad, para que no solamente la información la tenga un terapeuta, si no incluso la familia, pues los procesos de la terapia son digitales”. Eligieron el aspecto del árbol porque es la representación del baobabs en África, donde hay muchas historias, o el cuerpo de botella de Madagascar que muchos niños ubican en las caricaturas.
Se espera que esta herramienta no solo sea para niños autistas, de los cuales en Panamá ya se beneficiaron más de 15.000 menores, la intención está en que más adelante se pueda hacer lo mismo con otro tipo de trastornos o discapacidades, como el síndrome de Down y varios más.
