Frank Sinatra, uno de los pocos artistas que no necesitan presentación, considerado “La Voz del siglo”; pero, bien podría ser conocido también como “la voz de un payaso sin maquillaje”, pues a lo largo de su carrera, el cantante y actor demostró su gran afición por los hacedores de risa, curiosamente, también se declaró en su momento como gran admirador del cantante mexicano Javier Solís, que sin saberlo, también amaba a sobremanera a los payasos, al grado de actuar como uno en funciones del Circo Atayde en México.
Frank Sinatra no creció como muchos creen, en un hogar de grandes lujos, pues si bien, narran los historiadores, jamás padeció de hambre o frio, si tuvo una gran carencia de atención de parte de sus padres y no porque fueran personas malas, sino porque ambos tenían que trabajar para que nada le hiciera falta. Esta gran soledad que Sinatra tuvo que enfrentar durante su infancia, era compensada por sus padres con viajes a la playa o con lo que terminó marcando al cantante para siempre: Asistir a funciones de circo en New Jersey, y donde pudo ver a los mejores payasos de la época.
Al crecer, Sinatra se convirtió en una leyenda de la música, pero los payasos siempre estuvieron presentes, a un grado tal de que en su faceta como pintor, logro un gran acervo de obras dedicadas a estos personajes, inicialmente con grandes sonrisas, evocando a la alegría que le transmitían cuando era niño.
Sin querer, Sinatra repitió el patrón de conducta de sus padres, pues al tener que viajar constantemente para cumplir con sus compromisos como cantante alrededor del mundo, se ausentaba de su hogar y poco podía ver a sus tres hijos: Frank, Nancy y Tina. No hay que ser muy inteligentes, para deducir como compensaba Frank Sinatra su ausencia prolongada con sus hijos… Así es, llevándolos al circo, donde incluso tuvieron la oportunidad de conocer al extraordinario Emmet Kelly, payaso vagabundo por excelencia y con quien posaron para una histórica fotografía.
Este ritmo de vida, llevo a Frank Sinatra a alejarse poco a poco de su esposa Nancy, madre de sus tres hijos y de quien terminó por separarse. Si bien, Sinatra tuvo otras tres mujeres, eso podría ser la prueba que confirma una teoría que tienen muchos en el mundo y es: Que Frank jamás logró superar la separación con Nancy, a quien el mismo en su momento calificó como el amor de su vida, no obstante, ella decidió no volver con él, argumentando su desatención e infidelidades.
Aquí, es donde curiosamente Frank se enfrenta a la peor de las soledades, incluso más grande que la que vivió en su infancia, pues de niño estaba solo, pero sabía que en algún momento sus padres volverían para ir a la playa o al circo. Ahora de adulto, rodeado de lujos, rodeado de gente, de hermosas mujeres y con una fama internacional, inexplicablemente, la soledad seguía presente, mirándolo de frente y él, comenzó a plasmar este sentimiento en pinturas de payasos, pero a diferencia de las anteriores, estos payasos no volvieron a mostrar una sonrisa.
Sinatra también rodó la cinta “The joker is wild” bajo la dirección de Charles Vidor. Una dramática película donde interpreta al comediante y cantante neoyorquino Joe E. Lewis. En la vida real, Lewis rechazó una oferta para seguir actuando en el Green Mill Cocktail Lounge, local que regentaba Al Capone. Como consecuencia, Lewis fue asaltado en su habitación del Hotel Commonwealth, donde fue mutilado y lo dejaron medio muerto, truncando para siempre su carrera artística. Desde entonces tuvo que actuar en clubs nocturnos, haciendo el papel de mimo, o de payaso mudo, pues quedo imposibilitado para hablar.
Sinatra interpreta en la película el caso de Lewis, con gran realismo y al parecer, la historia de Joe E. Lewis, conmovió profundamente al cantante, por lo que se enfrenta a una nueva concepción del payaso. Un payaso triste, mudo, solitario, al que el mundo le da la espalda y con el que sintió una mayor identificación.
Después de filmar ésta pelicula, el cantante comienza a grabar uno de sus LPs más memorables y que mejor reflejan la soledad: Only the lonely.
El encuentro con Javier Solís. La voz mexicana del payaso sin maquillaje
Pocos lo saben, pero es un hecho que Frank Sinatra sentía una profunda admiración por el cantante mexicano Javier Solís, con quien incluso se comparó y con quién tendría una colaboración, no obstante, ésta no pudo ser posible, debido a la muerte prematura del mexicano.
Lo que sí ocurrió fue un encuentro entre ambos cantantes, curiosamente, en 1965, un año antes de que Javier Solís perdiera la vida. Esta reunión sucedió en Nueva York, a donde Javier viajó para grabar un disco, precisamente titulado Javier Solís en Nueva York, y que tenía boleros clásicos como Solamente una vez, Bésame mucho, Vereda Tropical y Cuando vuelva a tu lado.
En las fotografías que quedaron como testigo de este histórico encuentro, Frank Sinatra lució un sombrero de mariachi, abrazando a Javier Solís, quien muestra un rostro de poder creer lo que estaba sucediendo, no obstante, tampoco ocultó su alegría al posar junto al ídolo internacional. Se dice que había planes para convertir a Javier en el “Frank Sinatra latinoamericano”, pero estos sueños no llegaron a cumplirse, pues Solís murió de manera repentina el 19 de abril de 1966.
Lo interesante de este asunto es que esta admiración mutua de los cantantes, coincide también con el amor de ambos por los payasos y el circo. Ambos se metieron en la piel de un payaso, por un lado Frank para la película “The Joker Is Wild” y por el otro Javier para ofrecer funciones de beneficencia en el Circo Atayde de México. Ahora, finalmente a quienes gustamos de su música y compartimos con ellos el amor por los payasos, solo nos queda la ilusión de creer que en otro mundo se concretará ese dueto musical y cómico, en una pista de circo celestial, donde la soledad NO EXISTE.